Adele regresó por todo lo alto a los escenarios, impactando con su voz y su talento, pero también con un ceñido vestido con el que presumió su renovada figura.
Esta gran presentación que marca una nueva era en su carrera, se produjo en el Observatorio Griffith de Los Ángeles, evento para el que escogió una poderosa prenda que derrochó brillo y glamour en partes iguales.
Como es costumbre, la británica se decantó por uno de sus tonos preferidos: el negro, el cual es un básico de toda mujer que quiera lucir elegante con poco y estilizar su silueta debe tener.
El poderoso vestido negro de Adele para su concierto
Según Vogue, la artista de 33 años fue muy inteligente a la hora de escoger su atuendo porque lo hizo apegándose a las dos máximas tendencias del otoño-invierno 2021.
La primera, vestidos negros sofisticados, pulidos y minimalistas que saquen lo mejor de cada tipo de cuerpo, y el efecto joya, es decir, llevar prendas con brillos más allá de los accesorios o el maquillaje.
Adele escogió un modelo largo, de corte de sirena, escote cuadrado y mangas voluminosas para su regreso, que gracias a su efecto ceñido al cuerpo atrajo todas las miradas hacia su cintura y el cuello.
Es ideal para citas de gala o eventos donde toma protagonismo la formalidad, aunque el drapeado en la zona del abdomen es algo que cualquier mujer curvy puede anotar en blusas o vestidos casuales pues siempre adelgazan los rollitos.
De igual manera, la intérprete de exitosos temas como Rolling in the deep y Someone like you completó con nota destacada el resto de su imagen, agregando un recogido de mechones sueltos para mayor naturalidad.
Los aretes largos equlibraron su outfit evitando sobrecargar agregando otras piezas, ya que el vestido se robaba el protagonismo, más un maquillaje de ojos sobrio que coronó su gran regreso a la música y al mundo de la moda.