Ana de la Reguera siempre ha sido una de las mujeres más bellas del espectáculo. Gracias a su talento y carisma, ha logrado cruzar fronteras y codearse con los grandes de la industria del cine y la televisión.
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A lo largo de los años, la actriz veracruzana ha obtenido el reconocimiento a nivel mundial pero ¿qué fue lo que la hizo convertirse en esa mujer tan empoderada? Eso es lo que plantea en su nueva serie, «Ana», la cual recién se estrenó en Amazon Prime y Comedy Central.
La mexicana ha dicho que se inspiró en una de las etapas más extrañas de su vida para desarrollar la historia y que es algo con lo que muchas mujeres se sentirán identificadas. Así, a través de un humor sarcástico, De la Reguera busca derribar tabúes que existen en torno al rol de la mujer en la sociedad.
Uno de estos temas es el amor romántico bajo el cual muchas vivimos atadas. ¿Realmente existe el príncipe azul? ¿En serio nuestro único rol en la sociedad es casarnos y tener hijos?
Cuando se trata del comportamiento de las mujeres en las relaciones, casi todos tienen una opinión y generalmente, pone a la mujer una enorme barrera.
No hay una razón real por la cual las relaciones tengan que tener ciertos parámetros o verse de cierta manera, pero de todos modos tendemos a caer en eso. Nos quedamos con la idea de que para ser plenas debemos tener pareja y casarnos antes de los 30. La sociedad también nos hace pensar que a los 40, las mujeres que no tengan pareja ya son unas «quedadas» u «olvidadas», como plantea la mamá de Ana en la serie.
Es momento de romper con esas ideas que tanto nos frenan.
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Ésta es la realidad: Estamos contentas de estar solas, de ser independientes y con opiniones poderosas. Si bien queremos amor y afecto, no necesitamos una pareja para ser felices. Hemos trabajado duro para convertirnos en las mujeres que somos, y está bien seguir nuestro propio camino. Todas queremos encontrar amor, pero no necesariamente ahora, no necesariamente en un hombre o en otra mujer.
Hay tantas cosas que nos llenan hoy en día y estar conscientes de ello es lo que nos hace plenas. Estamos en constante cambio y mañana podemos cambiar de opinión y eso también está bien.