Cuando pierdes a un ser querido, especialmente cuando se trata de alguien cercano, tu realidad cambia de muchas formas. Independientemente de lo que creas, perder a alguien un impacto significativo que te puede empujar hacia la esperanza o la desesperanza.
PUBLICIDAD
De pronto te encuentras en una especie de abismo donde te sientes enojada, confundida, triste y a la vez, con un vacío enorme. Escuchas tantos consejos de tantas personas y fuentes diferentes que te dicen cómo se supone debes enfrentar las cosas pero te diré algo, no existe una fórmula o una forma «correcta» de vivir un duelo.
LEER MÁS: 6 poderosas afirmaciones que te ayudarán a superar la pérdida de un ser querido
El duelo es un proceso natural por el que pasamos cuando sufrimos la pérdida de una persona importante. Es la respuesta emocional que tenemos ante esa pérdida, una forma en la que nos adaptamos poco a poco ante esta nueva realidad.
El dolor es inevitable pero también algo muy extraño. A veces parece haber desaparecido por completo, pero luego un aroma, un sonido o un recuerdo nos hacen sentir como si esa persona estuviese presente.
Nadie te enseña cómo lidiar con el dolor porque cada quien lo vive a su manera. No hay un libro de reglas o pautas que te digan cómo debes vivir cada etapa, ni tampoco cuándo es el momento indicado para sanar. Cada uno de nosotros tenemos nuestros propios mecanismos de afrontamiento y mientras que algunos son capaces de sanar sus heridas en días, otros lo hacen en meses o años.
Hay muchas formas de vivir un duelo. Algunos lloran, otros gritan, otros se esconden tras un caparazón y otros optan por seguir sus vidas como si nada. Algunos encuentran paz en el baile, la meditación o la escritura y otros lo hacen de la mano de otro ser querido o de un terapeuta. Pero también hay quienes se escudan en su fe, en su religión, sean cual sean sus creencias.
PUBLICIDAD
LEER MÁS: Soy una mujer fuerte porque me crió una mujer aún más fuerte
Cada quien asimila la muerte a su manera. La clave está en saber cómo seguir adelante, cómo seguir despertando al día siguiente, seguir luchando por su propio bienestar.
Así que aunque no existe una forma correcta de llevar tu duelo, algo que te ayudará a darle la vuelta es canalizar todo tu dolor en algo que te haga feliz. Descubrirás que con el tiempo comenzarás a sentirte mejor. A veces se necesita ese dolor para recordarnos que estamos vivos y que podemos con eso y más. No te preocupes si hay días en los que crees haberlo superado y de pronto vuelve a ti esta oleada de caos; pasará y volverás a sonreír. Respira y recuerda que algunas personas no se pueden olvidar, solo se pueden llevar en el corazón con gran amor.
Siempre hay espacio para llorar y amar a tu ser querido. Encontrarás una fuerza inesperada ante la pérdida y aunque reconocer y aceptar no siempre es fácil, es sumamente importante. Piensa siempre en el amor de esa persona.