Hace unos días Rihanna fue nombrada ‘la cantante más rica del mundo’ con un patrimonio de 600 millones de dólares, por encima de Céline Dion, Beyoncé y hasta Madonna.
Tras enterarse de esta noticia, la cantante celebró por todo lo alto este nuevo logro en su vida, junto a su novio, el multimillonario Hassan Jameel, y su familia en Italia.
Rihanna y su novio acudieron al restaurante de la costa amalfitana llamado Lo Scoglio, y durante la comida se le vio muy feliz, haciendo bromas.
Luego, se subieron a un barco, en el que ella lucía un hermoso vestido blanco de Zimmermann y una gorra de los New York Yankees.
Rihanna ha explorado más facetas que la de cantante y actriz y ha jugado a ser empresaria y diseñadora, y ahora esa parte de su vida ya tiene más peso económico.
Tras diseñar para Puma bajo la marca Fenty, se sumergió en el mundo de los cosméticos y ha conseguido competir con Kylie Cosmetics, y meses después también probó suerte en el mundo de la lencería. Pero, sin duda, su golpe de efecto llegó hace unas semanas, cuando los medios informaron sobre un nuevo proyecto: una firma, también llamada Fenty, que pasaría a formar parte del conglomerado de lujo LVMH.