El segundo episodio de la octava y última temporada de Game of Thrones , Un caballero de los siete reinos, sorprendió a todos los fanáticos de la serie por los impresionantes giros que se dieron y podría ser gran presagio sobre lo que depara el futuro para Jon Snow y Daenerys Targaryen, y cuál puede tomar el Trono de Hierro.
Daenerys se tuvo que enfrentar a la verdad que le revelo Jon Snow acerca de su verdadero nombre; sin embargo, antes de emitir algún juicio, las alarmas sonaron: Los caminantes blancos ya están a la vista desde Winterfell.
Hacia el final del episodio, varios caballeros, Jaime Lannister, Tyrion Lannister, Brienne of Tarth (quien fue nombrado caballero en este episodio), Podrick (el escudero de Brienne), Davos Seaworth y Tormund Giantsbane, están bebiendo juntos, cuando Tyrion le pide al grupo que canta una canción, todos declinan a excepción de Podrick, que comienza a cantar una melodía sombría.
Game of Thrones da un giro inesperado en la relación de Arya y Gendry
Lo que nunca pensaron ver los fanáticos pasó. Desde el primer episodio de la temporada, las redes sociales se inundaron de especulaciones acerca de la relación entre Arya Stark y su viejo amigo Gendry.
En una de las escenas él le lleva el arma que pidió Arya, pero ella empieza a hacerle preguntas íntimas.
Quiere saber qué quería Melisandre con él hace tantos años. Él explica la situación extraña, cómo ella quería su sangre para un hechizo porque él es el hijo bastardo de Robert Baratheon. Arya le pregunta sobre su pasado con las mujeres. Ella quiere saber con cuántas mujeres ha estado.
Arya sabe que su vida podría terminar muy pronto y frente a esto ella le dice: «Quiero saber cómo es antes de que eso suceda», le dice a Gendry antes de besarlo. Se desnudan y él ve las cicatrices en su cuerpo: «No soy la mujer roja”, dijo.
Más adelante se ve a los dos juntos y desnudos en la cama.
