Desde que se anunció el embarazo de la duquesa de Sussex, Meghan Markle, ella no ha dejado de acariciar su barriguita en cada aparición y evento en el que la hemos visto.
Esta es una manía que también tenía su suegra la princesa Diana, e incluso su cuñada, Kate Middleton, pero ¿por qué lo hace?.
La doctora Viola Marx, de la Escuela de Psicología de la Universidad de Dundee en Reino Unido ha explicado las 5 razones científicas por las que Meghan acaricia tanto su barriguita de embarazada.
Para proteger al bebé
La doctora explica que las mujeres embarazadas como Meghan acarician su barriga de manera inconsciente, y lo hacen como una medida para proteger a su bebé.
“En aglomeraciones, en lugares estrechos o al escuchar mucho ruido, las futuras madres se tocan el vientre para proteger al bebé. A veces ellas mismas se sorprenderán ante esta respuesta”, afirma la especialista.
Favorece el movimiento del feto
El contacto constante de la madre hace que el bebé responda a estímulos externos. La primera interacción que puede darse es la «palmadita» de la mamá, así que muchas madres aprenden a «comunicarse» con el bebé mediante esta técnica.
A medida que va creciendo el bebé, se mueve más, y naturalmente la madre desea sentir la actividad.
Alivia las molestias en la piel
Marx explica que acariciar la barriga alivia el picor de la piel (producido por el estiramiento de la dermis y el aumento de peso en general).
Esto se debe a que de manera inconsciente rascan la barriga mientras se da la impresión de acariciar.
Precaución
Sentir movimiento o palpitaciones es esencial para comprobar que el bebé está bien. Además del chequeo médico mensual, las madres suelen tomar el hábito de revisarse ellas mismas a lo largo del día.
Fortalece el vínculo materno
Las mujeres embarazadas anhelan que su bebé nazca para poderlo tener entre sus brazos, pero mientras ese momento llega, ellas optan por conversar con su pequeño desde que están en el vientre.
Ante ello, la experta señala que este acto y el acariciar la barriga, hace que el niño sea más sensible al tacto materno y sea capaz de reconocer la voz de su mamá.