Colombia

Nattivo: el hotel que le está cambiando la cara al turismo en San Andrés Islas

A través de un concepto único de sofisticación, el primer hotel boutique de lujo de la isla no solo atrae otro tipo de turismo: también transforma social y

Si bien el maravilloso mar de San Andrés por años ha sido el mayor atractivo del archipiélago, no ha sido tampoco un secreto que los turistas colombianos, sobre todo, se quejen del abandono de algunas zonas, el mal servicio al cliente, y de la falta de ofertas gastronómicas más allá de los restaurantes de pescados y los de cadena.

Y se entiende del otro lado, la fatiga en un ambiente tan complejo que vive del turismo, pero que internamente lidia con problemas sociales, económicos y políticos. Por años, esa también ha sido una brecha insalvable entre los habitantes de la isla y sus visitantes.

Esto ocurrió hasta que tres amigas de siempre, Michelle Meneses, y las hermanas Mariana y Melissa Gaviria, convencieron a sus padres para crear otro tipo de experiencia que fuera más allá del turismo depredador.

Es así como Nattivo Collection Hotel, ubicado en la mejor calle de la ciudad de San Andrés, y cuya arquitectura rememora a los detalles del traje típico de la mujer sanandresana, llega con una propuesta sofisticada, de bienestar sensorial y de gastronomía diversa y exquisita que de paso ha transformado la cultura de servicio en la isla y sus espacios públicos.

Esto es lo que ha impulsado Michelle, hija del mayor importador de la isla, Rancho JR. Al entender por años la cultura sanandresana, ha sabido impulsar a sus expertos traídos desde Medellín ( que han estado en lugares como El Cielo y Binn Hotel) para potenciar un servicio al cliente único.

Es así como en la sofisticada entrada (cada piso representa los colores del mar sanandresano) se le recibe al turista con una limonada de coco. Asimismo, cada piso del hotel tiene un olor creado especialmente para el establecimiento, y sus tonos azules, crudos y beiges, así como las maderas transformadas del mar.

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Por supuesto, cada detalle de la decoración del hotel, tiene el toque de las tres amigas Es así como hay deliciosos linos y un cesto artesanal de lujo siempre tiene dos aguas para uso del turista. En las suites hay tina, paredes y closets espaciosos. Un balcón para oír el mar. Y complementos, como tenía que ser, de la marca Loto del Sur.

Y en la suite máster, los muebles grises contrastan con un retrato tropical estilo colonial que deleitan la vista apenas se entra a la instancia.

Todo eso ha sido resultado de un trabajo supervisado por las tres, y en el que han tenido bastantes aprendizajes con sus diferentes operadores. Como resultado, dan trabajo a más de cien personas que han comenzado a generar con ellas otras maneras de atender a los turistas, que vienen para deleitarse visualmente, olfativamente y sensorialmente. Esto, porque todo se piensa como una historia de bienestar.

Nattivo Collection Hotel: impulsando nuevos espacios de socialización

Ahora bien, los restaurantes del hotel cuentan más historias. Estos son creados para ello y para salir del formato de turismo americano que se da en San Andrés, que suele ser el todo incluido: la idea es que el hotel se convierte en un centro para explorar ofertas locales e internacionales y crear así más oferta para la isla. Wata queda al lado de una sofisticada piscina y terraza donde se puede ver el atardecer isleño con cócteles. Su pesca del día con núeces, su panceta, o su solomito son algunas de las exquisiteces que ofrece como plato fuerte.

Inolvidables: el ceviche y el chicharrón dulce.

Y en los desayunos, tipo buffet, también hay una enorme variedad de oferta en cuanto a carnes, quesos y otros alimentos de altísima calidad.

Pero, para planes más informales (y con los que han transformado el espacio público abandonado) está un restaurante de tacos callejeros que crearon en honor a sus amigas mexicanas en el internado en Suiza.

Bésame Morenita tiene provocativos tacos de panceta, pastor, de birria, y margaritas de sabores que combinan provocativamente con su oferta. Al lado de este restaurante también hay otras propuestas informales de otros operadores, con lo que se recuperó un espacio que estaba abandonado. Y por supuesto, la isla necesitaba también de un lugar elegante que fuese referente para eventos sociales distinguidos.

Es por eso que Casa Bonita, al lado de la entrada del hotel, tiene una oferta inspirada en la cocina italiana. Con platos clásicos, pero también con quesos exquisitos, como la Provoleta. Y risottos que se pueden degustar con un buen apperol y un tiramisú. Y se exige dress code: esto se hace con el propósito de cambiar el mood tan informal que suele existir en muchos lugares de la ciudad. Y por supuesto, de desayuno no deje de probar sus huevos trufados: una exquisitez que habla del nivel de especialización gastronómica del hotel.

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Claramente, el concepto ha sido tan exitoso, que ya se espera la apertura de un cuarto restaurante, Muo, y un spa llamado Siel, enfocados en tratamientos de belleza y holísticos.

También se espera crear un salón de eventos y un jacuzzi, claramente siguiendo las historias de la isla, que incluso en su lobby de espera y recepción muestra el homenaje a las plantas y vida animal de la isla. Pero sus politicas van más allá: han eliminado los plásticos de un solo uso, además de tener plantas de tratamiento de aguas residuales y la reutilización de la energía calórica de los aires acondicionados para calentar el agua, reduciendo significativamente el consumo energético.

Igualmente, incluso han patrocinado y apoyado iniciativas de donaciones comunitarias, limpieza de playas y siembra de corales.

De esta manera, Nattivo Hotel Collection busca reparar lo que años de turismo desordenado con poco aprecio por el territorio han dañado: contar historias de territorio, cambiar la cultura laboral, contar historias visuales, gastronómicas. Invitar a conocer la cultura de una isla que luego de Iota busca reactivarse y más aún con la falta de vuelos de fácil acceso.

Y esos esfuerzos y ese amor se ven en un servicio minucioso que le da al turista algo que antes se lograba raramente: amor por un lugar cuyo mar, siempre espectacular, no lo es todo. Y más conciencia a la hora de visitarlo.

Dato: El hotel cuenta con 99 habitaciones entre categorías estándar, superior, junior suite y master suite. Las tarifas por noche inician desde $1.100.000 COP.

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