Más allá de la veneración medieval y colonial que aún sienten muchas personas por los ricos y famosos, y sí, siendo uno de los eventos sociales del año, la boda de Gabriela Tafur y Esteban Santos también fue vitrina para muchas marcas colombianas y talentos creativos de la industria de la moda nacional. Pero el mejor look no lo llevó famosa alguna.
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Esto, a pesar de que Taliana Vargas fue vestida por Johanna Ortiz, o Julieta Piñeres por Palma Canaria. Que la misma Gabriela Tafur vistió de Francesca Miranda y de Virgilio Madinah. Pero hubo un vestido que cobró especial significancia por estar en la boda del hijo menor del expresidente Santos, impulsor del acuerdo de paz con las FARC (y que le significó el Nobel).
Este es el de la marca Manifiesta, compuesta por reinsertados y firmantes de paz, que desde 2017 han luchado con las uñas para lograr un espacio digno a través de la moda y lo han conseguido en medio de las tensiones políticas del país . Quien asistió con esta marca fue Natalia Roa, quien se puso uno de los vestidos floreados del catálogo de la marca, que también acaba de sacar su colección ‘Manigua’, inspirada en las selvas colombianas.
Este vestido tiene gran importancia, al estar en un espacio que el mismo ex presidente Juan Manuel Santos ayudó a crear desde su segundo periodo como presidente.
El vestido de la ex primera dama Tutina de Santos fue el más esperado
Este se hizo bajo la sensible mirada de la diseñadora Isabel Henao, que ya ha destacado por la calidad de ejecución y su exquisitez. Flores bordadas a mano, tal y como se asemeja en los procesos de algunos vestidos de Alta Costura en Francia.
El concepto se llamó Les petites mains, término acuñado en la alta costura francesa, para designar a los artesanos altamente calificados, que se especializan en delicados trabajos manuales y bordados.
Así, hubo más de de 200 horas de trabajo manual para crear un delicado jardín de flores hecho vestido. Orquídeas, dahlias, peonias, anémonas y magnolias, fueron ilustradas, estampadas en organza y cortadas pétalo a pétalo. Todos ellos cosidos sobre una base de tulle sparkle, con una sutil composición de hilos dorados que dan vida a este jardín de tonos rosa y oro, con matices de naranja, amarillo, magenta y lila.