Muchos venezolanos, por cultura, tienen nombres que para otras personas de otras latitudes suenan “raros”. Y es por sus combinaciones, salidas de lo usual. Nombres como Marielernbis, Julysmar, Rosleidy, entre otros, causan curiosidad para muchos. Pero, ¿de dónde vienen y a qué se asocian?
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De hecho, hay imaginarios como el de la subcultura tuki, que corresponde a los barrios populares de Caracas, donde la estridencia en el vestir, y en la música, así como la herencia de lo urbano y lo estadounidense se combinan para dar a los nombres ese toque inusual.
Pero también hay otro elemento cultural: el de combinar los nombres de los ancestros aunado a todo esto.
Es decir, se mezclan todos en uno, como lo explica el portal Cecodap, organización venezolana que promueve los derechos humanos y consultó a un especialista al respecto.
“Por idiosincrasia, los venezolanos buscan nombrar a sus hijos como parte de un homenaje a sus ancestros”, dijo el sociólogo Trino Márquez. Así, hay nombres de abuelos paternos, maternos, y de padres en uno solo.
Ahora bien, la tradición de ver nombres extranjeros y copiarlos no solo es venezolana, es latinoamericana. Pero de alguna manera, Venezuela se ha hecho célebre por la originalidad de sus nombres.
Y claro, que algunos registradores no los aprueben.
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Esto ha hecho que muchos padres venezolanos se molesten. Y de eso da cuenta el famoso TikToker llamado El registrador viral, que tiene que lidiar con las reacciones de los progenitores que ponen nombres bastantes particulares a sus hijos.
Hay nombres tan raros en Venezuela que ya están prohibidos y así los banea este famoso TikToker
El registrador viral, funcionario público, ya ha aparecido en sketches de comedia como los del venezolano George Harris, que lo nombra “héroe nacional” por no permitir nombres extremadamente raros.
De hecho, se ha hecho famoso por contar testimonios del ejercicio de su profesión, donde lidia con padres la mar de creativos, como una madre que le quería poner a su hijo ‘Elwilson’. Él sugirió solamente Wilson.
A una niña le querían poner ‘Mimimoma’, una abreviación de los nombres de su familia.
Esta tradición seguirá viéndose de maneras muy creativas en el país vecino.
