Colombia

El verdadero origen del sombrero por el que están queriendo destrozar ahora a Francia Márquez

Señores críticos de moda wannabe: bienvenidos al concepto de “traje tradicional”.

A Francia la tratan de ridiculizar por este sombrero tradicional.
Sombrero de Francia Márquez

Francia Márquez, por milésima vez, vuelve a ser blanco de los críticos de moda wannabe en Colombia, que despliegan su racismo y clasismo con furor. Esta vez, por un sombrero que se puso en su viaje a Bolivia y que les parece “horrible”, pero del que no dimensionan ni siquiera su carga tradicional.

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Y por eso están queriendo descalificarla otra vez.

En su viaje por el cono Sur, donde Márquez conoció al presidente Gabriel Boric y a Cristina Kirchner, también estuvo en Bolivia. Allá lució uno de sus gorros tradicionales, en homenaje a la Pachamama. Esto sucede precisamente en el día de su celebración (1 de agosto). Y ante ojos europeizados, se ve “ridículo”, como ha dicho más de uno por redes sociales, pero tiene una carga estética y cultural significativa para los pueblos originarios de Bolivia, que son la mayoría del país y que también han sido oprimidos por todas estas discriminaciones que muchos ejercen en la nueva vicepresidenta.

Esto lo explica muy bien la periodista de moda Beatriz Arango, al enmarcar en un contexto cultural una celebración con todo el sentido para este pueblo, que hasta ahora se está reivindicando con sus famosas cholitas en ámbitos como el deporte, el metal, el montañismo, entre otros, mostrando que la tradición no riñe con la modernidad y que hay orgullo en su belleza.

Sí, es parte de la política usar muchas cosas así

Esto, por protocolo, pero sobre todo por respeto. Que el resultado, en esta era digital sea incomprensible para muchos, es otra cosa. Trudeau en su visita a la India fue criticado por los trajes tradicionales que usó, por ejemplo.

Pero en el caso de Márquez, tiene todo que ver también todo el racismo y el clasismo del que ha sido blanco desde que anunció que iría por la política. Y no ha parado ni parará, quizás en estos cuatro años.

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