Chile

Desde técnicas hasta músicas: Así es el equipo 100% femenino de Denise Rosenthal

Ocho técnicas, seis músicas y tres bailarinas conforman el primer equipo compuesto solamente por mujeres de nuestro país. Otra instancia para desestructurar esquemas y una fórmula para replicar.

Fotos Fernando Gutiérrez Aliaga @fernando.fotografias

Outfit The Remix.@theremixstyle

Maquillaje y pelo Soledad Donoso A. @soledonosomkp /Camila Argomedo P. @camilargomedomakeup

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Agradecimientos: Hotel Courtyard Santiago Las Condes @CourtyardStgo

 

A principio de este año, en una van camino a una tocata fuera de Santiago, mientras conversaban sobre lo bacán que era que la nueva banda de Denise Rosenthal la integraran sólo mujeres, una voz entre la masa dijo bromeando: “¡Que todo el equipo sea femenino!”. La idea fue un éxito, pero se olvidó tan rápido como llegó. Para todas, excepto para Carolina Pérez, jefa técnica del grupo.

La propuesta resonó en su cabeza, la abrazó, la quiso con todas sus fuerzas y la hizo suya. Justo después, le pidieron generar un nuevo equipo técnico que fuera de su confianza y no lo dudó: presentó el primero, conformado sólo por mujeres de nuestro país. Denise aceptó de inmediato. El sueño era una realidad.

“Surgió como algo utópico. Se le solicitó a varios colegas que postularan su staff y yo propuse uno completamente femenino. Las conocía a todas, con algunas no había trabajado personalmente, pero sí tenía referencias positivas de sus pegas. A todas las admiraba por separado, pero no se había dado la instancia de juntarnos”, comenta Carolina.

El equipo está compuesto por Denise Rosenthal junto con seis músicas en escena, más dos bailarinas. Y detrás del escenario, trabajan dos sonidistas, una iluminadora, dos roadies –técnicas en el escenario-, una visualista, una tour manager, una stage manager y una coreógrafa.

Para Denise la idea se transformó en una necesidad, ya que existen muy pocas oportunidades para mujeres en la industria de la música.

“No se trata de que no necesitemos a los hombres, sino que es algo social, algo político, algo valórico, en donde me gustaría darle posibilidad y oportunidad a mujeres profesionales para que se desarrollen, se desenvuelvan, y puedan tener las mismas oportunidades que algún otro compañero”.

El 23 de mayo se realizó la prueba de fuego. Aunque habían tenido un par de prácticas trabajando juntas, éste era el gran desafío. Se presenta el nuevo disco de Denise y, de paso, su staff femenino. Pasada las dos de la tarde, les entregan la sala del Teatro Nescafé de las Artes, mientras aún limpian el lugar. Tienen que trabajar en tiempo récord. Un televisor en el escenario muestra la hora que les marca el paso. Mover instrumentos, conectar una infinidad de equipos, que todas suenen afinadas, bailarinas prueban espacio, iluminación, retorno. Todo antes de la prueba de sonido. Entra Denise, toca un par de canciones. También ensaya una con Camilo Zicavo, vocalista de la Moral Distraída y su novio, hace alrededor de un año. Tocan juntos, al final se paran de donde están sentados y se van del escenario. Uno de los cables queda enganchado en la silla. Entra corriendo Loreto, una de las roadies, a solucionarlo, maniobra que también hizo en el show en vivo. Cuando está todo listo pasa el público. Una hora veinte minutos de concierto que, sin duda, pasó la prueba.

Ser mujer en la industria de la música no ha sido fácil. Para una de las roadies, Loreto Palma, “la energía masculina siempre es muy negativa hacia las mujeres en el escenario técnico, como si uno no fuese a cachar lo que está haciendo. Después de que tienes la mitad del escenario armado, recién te validan, saben lo que estás haciendo y en realidad lo estás haciendo bien”.

Karina Hyland, visualista, considera que falta confianza en las mujeres: “No creen que tu trabajo puede ser igual de profesional que el de otro. A alguien con menos experiencia que yo, pero hombre, se le cree más y se asume más que lo va a lograr. A una mujer se le pone el ojo muy encima. En temas de tecnología me preguntan todo: “¿Pusiste el USB?, ¿pusiste ese cable?, ¿y exportaste así los videos?” y yo sé hacer todo eso porque es mi pega”.

Las diferencias entre un grupo mixto y uno sólo de chicas surgieron de inmediato. “Somos súper pocas las mujeres con respecto a los hombres en la música. Inevitablemente es más fácil encontrarse con un hombre que con una mujer en un lugar de trabajo. Con este proyecto ha sido bacán la energía que se ha dado en el grupo, ha ido fluyendo todo. Ha sido un periodo súper intenso, pero nos hemos afiatado por un objetivo en común y eso se siente cada vez que nos reunimos”, comenta Daniela Valenzuela, tour manager.

Para Giannina Fregonara, también roadie, se tranformó en una una experiencia súper entretenida: “Los hombres son más buenos para tomar, y hay más desorden. Nosotras somos más ordenadas. Imagínate un paseo de curso, como una cosa así. Nos entendemos muy bien entre todas, hemos podido cuajar muy bien el equipo”.

No cabe duda que Denise Rosenthal está derribando prejuicios y lo sabe. La cantante considera súper importante ser un ejemplo y desestructurar esos esquemas que nos han impuesto constantemente. “Es como ´¡uy!, trabaja en un equipo sólo de mujeres. ¡Qué complicado!´. Todo porque nos han enseñado que las mujeres somos conflictivas, somos sensibles. Son todos juicios en torno a una estructura que nos han enseñado y que hay que romper. Y efectivamente, en la práctica, me he dado cuenta de la falsedad de sus apreciaciones”.

“Cuando todas somos mujeres en un espacio común y todas estamos trabajando, cada una confiando en la otra, pasa algo energético en esa habitación. Es una situación distinta a lo que se vive normalmente. Es necesario que siga pasando y que se replique. En el espacio generalmente hay puros hombres. Quizá muchas han desertado o no lo han sentido como opción, no porque no tengan las habilidades, sino porque el ambiente no se les hace cómodo. Si bien no somos muchas, somos las suficientes para estar más presentes de lo que estamos”, finaliza Carolina Pérez, sonidista y jefa técnica del equipo.

Sigue el movimiento

Ruidosa Fest nació con la necesidad de generar instancias de conversación en torno a la música, por y para mujeres. La idea fue creada y organizada por la cantante nacional Francisca Valenzuela.

“Mostramos a una diversidad de mujeres, haciendo una diversidad de cosas. Hay una invitación a derribar los estereotipos, a cambiar el paradigma patriarcal que nos imponen. Levantar data, contribuir a la conversación con números, facilitar espacios, comunidades, general puentes, amplificar la historias y voces de otros”, comenta la artista.

Otro caso es Muchacha, una red de trabajadoras de la música que busca el cuidado entre mujeres y así evitar los espacios de peligro. Para Bárbara Carvacho, una de las creadoras de la red, “es mucho mejor tener un altercado con una mujer porque no te llevas bien con ella, que con un hombre porque te toca el poto mientras trabajas. Mucha de nuestra energía, cuando trabajas con hombres, se pierde en mantener tu integridad. No estás pensando en hacer tu pega bien, estás pensando en cómo salir viva de una tocata. Es importante que nos cuidemos para poder trabajar en paz”.

 

 

 

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