Anna Sorokin nació en Rusia, el seno de una familia humilde, sin embargo en 2013 se mudó a Nueva York y cambió su nombre a Anna Delvey , con su nueva identidad, fingió ser una millonaria heredera alemana para estafar a la elite neoyorquina.
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Desde 2013 hasta 2017, Anna compró ropa de diseñadores famosos, pasó meses en hoteles de lujo, comió en los restaurantes más exclusivos e incluso dejó propinas de 100 dólares, siempre convenciendo a otros para que pagaran por sus gastos o simplemente no pagando las cuentas, sus estafas están estimadas en al menos 270 mil dólares.
La estafadora llegó a convertirse en una famosa influencer siempre rodeada de los círculos más selectos de Nueva York, hasta que una de sus víctimas comenzó a sospechar de ella y la denunció a las autoridades. Ahora con 27 años enfrenta una condena de 15 años en la cárcel por robo y falsificación de documentos, pero su fama no ha desaparecido, pues muchos la consideran una “genio” por haber sido capaz de estafar a las personas más poderosas de Estados Unidos por meses.