En la era de la tecnología, es normal que este ámbito repercuta en otro: el personal. Ahora, si bien nuestra comunicación predomina a través de una pantalla, la relación cara a cara sigue siendo igual de complicada que antes.
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Hay que recordar que aún no existe una app para celos y otros aspectos clásicos de una relación amorosa. Sin embargo, una que otra aplicación móvil bien podrían desatar las inseguridades más escondidas de tu pareja.
Entre ellas, se destaca Tinder y algunas publicaciones de Facebook que quizá realmente te gustaron, pero tampoco quedándose atrás las más estándar: llamadas y mensajes de texto. Y es en esos momentos en los que te das cuenta por qué en Samsung han sacado ya la opción Private Mode en sus terminales al mercado.
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Sin embargo, es importante considerar ciertos aspectos que bien podrían acabar con todas las peleas innecesarias que tan sólo dan un toque severo de monotonía a la relación:
El concepto de privacidad en una relación
No porque estén compartiendo una vida juntos significa que están viviendo una sola. Son dos mentes, son dos personas completamente diferentes y cada una de ellas, está viviendo su vida.
Es importante no creer que la otra persona es de nuestra propiedad (porque, de ningún modo, es así). Y, además de darle poder a un objetivo inerte (como lo es el celular), se debilitan como pareja. Ponte a pensar:
- Cada quien guarda en su teléfono el contenido que decida. Finalmente, no tienen un teléfono para ambos.
- Invadir su privacidad de manera tan grande, sólo aumenta la desconfianza hacia ti. Tomar o revisar el teléfono del otro sin permiso, es una falta grave de respeto, además.
- La regla de oro: “No hagas lo que no te gustaría que te hagan.” Quizá alguna cosa de nada que tengas tú mismo resguardado en tu teléfono,
“El león cree que todos son de su condición,” pero “cada cabeza, es un mundo”
Sí, sí. El cliché de que los más celosos, son más propensos a cometer una infidelidad. Pero veámoslo de este modo: esos escenarios fatalistas no llegaron por sí solos hasta tu cabeza.
Toma en cuenta:
- Lo que para ti es blanco, quizá para tu pareja sea negro. En dado caso de no llegar a un acuerdo, para no seguir con el malentendido, el único remedio es la tolerancia.
- Analiza si lo que te imaginas corresponde a algo más tuyo que de la otra persona. La infidelidad es la insatisfacción de encontrarte en una relación (a menos que tengas otros motivos, como “venganza” o, bueno, otros aspectos personales), así que piensa si es que algo de tu relación te falta.
Es mejor pedir una explicación que suponer
Muchas veces, entre pareja, no comentamos tal cual cómo nos sentimos. O, más aún, nos indignamos para no explicar el motivo de nuestro descontento. Esto puede ser una manera (absurda) en la que sentimos que “castigamos” al otro, aunque en realidad nos estemos castigando a nosotros mismos.
Es importante tener la confianza suficiente de abrir ambos su pensar y tener por seguro que el otro, si bien en ocasiones no lo compartirá, nos apoyará con nuestro sentir y nuestras decisiones. Es la base, en mi opinión, para una relación exitosa y, sobre todo, no tóxica.
¡Menos peleas y más besos!