En un mundo donde la comida puede ser tanto arte como vida, la chef ecuatoriana Carolina Sánchez, conocida cariñosamente como chef Caro, ha dado un paso enorme para transformar los fogones en herramientas de cambio social.
Con su unión al Programa Mundial de Alimentos (WFP) de las Naciones Unidas, esta talentosa cocinera no solo comparte sabores, sino también salud, esperanza y educación alimentaria para millones de niños y familias en América Latina y el Caribe.
Carolina, orgullosamente nacida en Cuenca, Ecuador, y primera ecuatoriana en ganar una estrella Michelin, ha recorrido el mundo con su cocina. Hoy, pone toda esa experiencia al servicio de un desafío gigante: reducir la malnutrición infantil a través de recetas nutritivas, accesibles y deliciosas que cualquier persona puede preparar.
Del plato a la vida: la importancia de una buena alimentación desde los primeros días
Una de las claves de este trabajo es enfocarse en los primeros 1.000 días de vida —desde el embarazo hasta los dos años— momento crucial para el desarrollo físico y cognitivo de niñas y niños. Una alimentación adecuada en esta etapa temprana puede marcar la diferencia para toda una vida.
Pero, ¿qué hace realmente Carolina? ¡No son recetas complejas de chef de restaurante! Su propuesta es práctica, colorida, sabrosa y pensada especialmente para familias y contextos con recursos limitados. Utiliza ingredientes que se encuentran en mercados locales y enseña cómo transformarlos en platos nutritivos sin gastar una fortuna.
Recetas que nutren, enseñan y celebran la cocina local
Entre las ideas que promueve la chef se encuentran preparaciones que sustituyen ingredientes ultraprocesados por alimentos naturales ricos en vitaminas, minerales y proteínas esenciales. Imagina platos con lentejas con vegetales frescos, arroz enriquecido con verduras, ensaladas creativas con quinoa y frutas tropicales o cremas de zapallo llenas de sabor y vida —recetas pensadas para los niños, las familias y las escuelas.
Estas recetas no solo alimentan, también enseñan a elegir mejor, a darle color al plato y a jugar con ingredientes que aportan energía y salud. Todo esto con el mensaje claro de que comer bien es posible sin perder el sabor ni gastar de más.
Acción, educación y alegría en cada bocado
Carolina Sánchez no camina sola. Su trabajo con el WFP se suma a campañas de educación nutricional, talleres y contenidos que buscan empoderar a padres, madres, educadores y cocineras de hogares y escuelas.
Gracias a esta iniciativa, cientos de miles de familias comienzan a ver la comida con ojos nuevos: no solo como sustento, sino como fuente de energía, salud y felicidad.
Y lo más inspirador es que este mensaje llega con alegría, creatividad y una invitación abierta: todos podemos cocinar para el bienestar. La cocina se convierte así en un lugar de encuentro, de aprendizaje y de celebración de la diversidad de sabores y culturas que nos unen.
Un futuro con sabor a nutrición y esperanza
Con su sonrisa, su entusiasmo y su toque mágico en la cocina, la chef Caro está mostrando que combatir la malnutrición infantil puede comenzar en la mesa de cada hogar. Porque cada receta nutritiva es un acto de amor: hacia los niños, hacia nuestras raíces culturales y hacia un futuro más saludable y lleno de sabor para todas las familias.
Así, con cucharas llenas de creatividad y platos rebosantes de cariño, la chef Carolina Sánchez invita a todos a sumarse a esta deliciosa misión que cambia vidas, ¡un bocado a la vez!
