Quito se vistió de luz para recibir a dos gigantes de la transformación personal. En una atmósfera donde la elegancia se mezcló con la espiritualidad, Eduardo Sánchez y Umberto Veloz lideraron el “Primer Desayuno Transformacional”, un evento diseñado para la mujer que busca conquistar no solo el mundo exterior, sino su propio universo interno. Eduardo, único embajador oficial de The Secret para el mundo hispano, llegó desde España con una misión clara: sacudir la consciencia de quienes aún viven en la carencia.
Para Eduardo, su proyecto de vida nació de una necesidad urgente de traducción emocional. “Me di cuenta de que necesitábamos a la gente que habla español transmitirle un mensaje de transformación porque estaban demasiado anclados en la carencia y en las cosas negativas”, nos confiesa con esa serenidad que solo otorga la maestría. Su presencia es un puente entre la sabiduría hermética y el éxito moderno, recordándonos que somos los arquitectos de nuestro propio destino.
Por su parte, Umberto Veloz define este encuentro como un ritual sagrado. Inspirado en la calidez de las reuniones que cambian destinos, Umberto utiliza el arte y la mentoría para elevar la vibración femenina. “Lo bonito de la vibración es que solamente requiere estar donde realmente sientes estar. Para esto, debes ser muy sabio en la toma de tus propias decisiones y qué hábitos tiene esa persona en la que quieres convertirte”, explica Umberto, enfatizando que el corazón es una brújula real.
La nota dominante del evento fue la “acción inspirada”. Eduardo es enfático al desmitificar la Ley de Atracción como algo pasivo: “Puedes hacer lo que quieras, solo cambiando tu forma de pensar”, asegura, pero añade que la visualización sin vibración es solo una ilusión. La clave reside en sintonizar nuestra energía con aquello que deseamos, permitiendo que la abundancia fluya sin las resistencias que impone el ego.
En un mundo cada vez más digitalizado, donde la inteligencia artificial parece dominarlo todo, surge la duda: ¿estamos perdiendo nuestra esencia? Para Eduardo, el futuro es humano. “La gente va a pagar millones por sentarse a hablar con un ser humano y compartir su vida. El amor es un sentimiento que las redes no te pueden quitar”, afirma con convicción, posicionando a los mentores y coaches como los guías esenciales de la nueva era.
Umberto complementa esta visión con una perspectiva conmovedora: “Yo no creo que el amor se acabe... si algún día llegara a suceder, pues yo creo que sería el final del mundo”. Esta fe inquebrantable en la conexión humana es lo que hace que sus desayunos sean más que un evento social; son un “Sendero” (The Path) hacia la creación de una nueva historia de éxito para la mujer ecuatoriana.
La propuesta de estos mentores invita a la mujer actual, la “Conquistadora”, a soltar las cargas del pasado y abrazar su intuición. Según Umberto, todo es energía y el espacio para el milagro se abre cuando dejamos de intentar controlarlo todo con el intelecto. Es en la rendición y en la gratitud donde la verdadera manifestación ocurre, transformando comunidades enteras a partir de una sola mujer empoderada.
Eduardo Sánchez, quien ha gestionado mentorías internacionales para gigantes como Ford y hoy asesora a cientos de agentes inmobiliarios en todo el mundo, demuestra que la espiritualidad no está reñida con la prosperidad económica. Al contrario, es su fundamento. Su trayectoria, que incluye ser caballero templario y vicepresidente de la Academia Europea de Neurociencias, avala un método que funciona tanto en el tablero de negocios como en la paz del hogar.
Este encuentro en Quito, organizado por la fundación Mujeres Reales, marca el inicio de una red global de mujeres que emprenden juntas y sanan heridas. Es un legado vivo que Umberto dedica a todas aquellas listas para un nuevo comienzo. “Aquí cada encuentro se convierte en un acto sencillo y sagrado donde la vida empieza de nuevo”, concluye Umberto, dejando una estela de esperanza y empoderamiento en cada asistente.
En Nueva Mujer, nos quedamos con una lección poderosa: tu realidad actual es solo un reflejo de tus pensamientos pasados, pero tu futuro es un lienzo en blanco esperando tu nueva vibración. La invitación está hecha: asume tu poder, conecta con tu esencia y prepárate para manifestar la vida extraordinaria que te corresponde por derecho divino.