Un pequeño bulto en el cuello fue la primera señal de alerta que Clare Davis-Eaton notó en 2016, aunque en ese momento no lo consideró motivo de preocupación.
Acostumbrada a padecer infecciones en la garganta, pensó que se trataba de algo pasajero. Sin embargo, la insistencia de una amiga para que acudiera al médico terminó siendo decisiva.
Un síntoma que pasó desapercibido
Clare relató en una entrevista con The Sun Online que inicialmente no asoció el bulto con una enfermedad grave.
Su médico tampoco tuvo certezas al inicio y le indicó que podría tratarse de una glándula salival obstruida. Aquella posibilidad alivió momentáneamente su preocupación, aunque las pruebas posteriores no confirmaron ese diagnóstico.
Al no obtener resultados concluyentes, los especialistas decidieron realizar una biopsia.
En ese punto, Clare aún no dimensionaba la gravedad de la situación. Incluso cuando le descartaron un linfoma, creyó que el problema había quedado atrás. “La palabra cáncer no significaba nada para mí, pensaba que era algo que le pasaba a otros”, recordó.
La tranquilidad terminó abruptamente cuando los médicos le confirmaron que tenía cáncer. La noticia fue devastadora.
Clare, entonces de 41 años, solo pensaba en sus hijos y en su futuro. Le explicaron que necesitaría quimioterapia, radioterapia y una sonda de alimentación debido a la severa irritación que el tratamiento provocaría en su garganta.
Un cáncer secundario y más incertidumbre
Los exámenes revelaron un tumor en la garganta que resultó ser un cáncer secundario, lo que generó aún más incertidumbre, ya que los médicos desconocían el origen de la enfermedad. Se realizaron nuevos análisis hasta determinar el punto inicial del cáncer.
Cáncer de boca en la base de la lengua
Finalmente, los especialistas confirmaron que Clare padecía cáncer de boca, originado en la base de la lengua.
El diagnóstico marcó un antes y un después en su vida. “Solo escuchaba palabras como quimioterapia y radioterapia y pensaba: tengo 41 años, esto no debería estar pasándome”, confesó.
El miedo de hablar con sus hijos
Más allá del tratamiento, el mayor desafío emocional fue cómo comunicar la noticia a sus hijos.
Clare se preguntaba si podría verlos graduarse, formar sus propias familias y crecer. “¿Cómo salgo de este hospital siendo Clare con cáncer, pero sigo siendo Clare?”, se cuestionó, reflejando la lucha interna que enfrentó
