Hay momentos del año —o de la vida— en los que sentimos ese impulso interno de empezar de nuevo. Queremos reorganizarnos, retomar el rumbo, fijar objetivos que nos emocionen y conectar con una versión más valiente y luminosa de nosotras mismas. Y aunque suene sencillo, a veces no sabemos por dónde empezar. ¿Cómo ordenar las ideas? ¿Cómo aclarar deseos? ¿Cómo mantenerlos vivos durante el año?
La respuesta puede estar en una herramienta tan creativa como poderosa: el vision board.
Para entenderlo a profundidad, conversamos con Gabriela Villarreal, CEO de DikaMistika, quien nos ofreció una guía completa, cálida y profundamente inspiradora para empezar a crear el tablero que podría transformar tu energía… y tu 2026.
Más que un collage: un mapa emocional hacia lo que deseas
Gabriela comienza con una aclaración que cambia por completo la perspectiva: “Un vision board es mucho más que un simple collage bonito; es una representación visual intencional de tu futuro deseado”.
No es una manualidad; es un mapa, una ancla emocional y un recordatorio poderoso de la vida que quieres construir. Su propósito, según ella, es triple: aclarar, motivar y manifestar.
- Aclaración: ver con exactitud lo que quieres
Cuando buscas imágenes y frases específicas, te obligas a definir tu meta con precisión. Nada de deseos vagos. Aquí las metas se vuelven visuales, concretas y detalladas. ¿Quieres mejorar tu salud? ¿Cambiar de trabajo? ¿Viajar más? ¿Conectar con tu espiritualidad? Lo que elijas debe verse, sentirse y emocionarte.
- Motivación diaria: tu motor interno
El vision board se coloca en un lugar visible para que, cada día, te recuerde qué estás construyendo. No es decoración: es gasolina emocional. “Sirve como un recordatorio diario que activa la emoción de logro”, explica Gabriela.
Puedes añadir fotografías, frases inspiradoras, palabras poderosas o imágenes de personas que admiras. Todo lo que despierte esa chispa.
- Manifestación: cuando tu mente se alinea con tus metas
Aquí entra la parte energética y espiritual. Gabriela lo resume así: “Lo importante es que el vision board conecte contigo de forma tan clara que te lleve al presente lo que estás proyectando”. Es decir, cada elemento debe resonar profundamente contigo.
Los tipos de vision board: elige el que hable tu lenguaje
¿Físico o digital? ¿Minimalista o un collage vibrante? ¿Temático o por áreas de vida? Gabriela lo deja claro: no hay reglas estrictas, solo libertad total de crear.
Vision board físico
Cartulina, recortes de revistas, fotos, marcadores, stickers… y mucha creatividad. Gabriela lo prefiere por su “vínculo energético”: el acto de recortar, pegar y crear genera una conexión especial con tus metas.
Vision board digital
Pinterest, Canva, aplicaciones especializadas o incluso fondos de pantalla. Es práctico, fácil de actualizar y perfecto si amas lo visual y lo tecnológico.
Ambas opciones funcionan: lo importante es que disfrutes el proceso y que el resultado te motive cada día.
Cómo dividirlo: las áreas que equilibran tu vida
Un buen vision board no solo muestra lo que quieres, sino todas las áreas que importan. Gabriela sugiere dividirlo así:
Carrera y finanzas: tu trabajo soñado, el aumento que deseas, la oficina ideal, estabilidad económica.
Salud y Bienestar: actividad física, hábitos saludables, descanso, balance emocional.
Relaciones: familia, amistades, amor, conexión afectiva.
Crecimiento Personal: nuevos idiomas, certificados, libros, terapias, espiritualidad.
Experiencias: viajes, hobbies, metas materiales, aventuras.
Esta distribución asegura que no te enfoques solo en un aspecto. La vida es integral: lo que construyes en un área impacta a las demás.
¿Qué incluir? Todo lo que te emocione
Fotos, frases, palabras, iconos, símbolos, flechas, dibujos. Aquí no hay correctos ni incorrectos: solo lo que te haga vibrar. “Mientras sea llamativo y entendible para ti, es suficiente”, afirma Gabriela. Recuerda: tu vision board no es una exposición pública. Ni debe ser perfecto. Solo debe ser tuyo.
¿Cuándo hacerlo? La intuición manda… pero la luna ayuda
¿Existe una hora mágica? ¿Un día especial? Gabriela responde: “Cada alma es distinta”. Algunas personas son más creativas en la mañana; otras, en la noche. No te fuerces: respira, conéctate contigo y crea cuando la energía fluya.
Sin embargo, en el plano espiritual existen momentos con “un plus energético”, especialmente según las fases lunares. La luna nueva, por ejemplo, es ideal para sembrar intenciones.
Si deseas un enfoque más ritual, puedes apoyarte en un calendario lunar. Si no, simplemente escucha tu corazón.
¿Recortes, impresiones o dibujos? Personaliza tu magia
La personalización es clave. Cada elemento que colocas en tu vision board refuerza tu conexión con tu meta. Puedes recortar revistas, imprimir imágenes específicas o dibujar —aunque creas que no dibujas bien.
Gabriela lo resume de manera hermosa: “Eres libre de crear tu propia realidad en todos los aspectos, tanto físicos como mentales”.
¿Personal, familiar o en pareja?
Lo ideal es que tu vision board sea personal, porque tus metas reflejan tu energía, tus deseos y tu proceso interior. Pero también existe la opción de hacerlo en grupo cuando se trata de proyectos compartidos, metas de pareja, emprendimientos u objetivos laborales.
Eso sí: cuando hay más personas involucradas, las ideas pueden chocar. Por eso solo funciona si hay claridad, respeto y un objetivo común.
Dónde ubicarlo para que realmente funcione
La clave está en la visibilidad. Gabriela lo explica con precisión:
Vision board físico
- Frente al escritorio
- Junto a la cama
Estos lugares aseguran que lo veas al iniciar y terminar tu día, alineando tu energía.
Vision board digital
- Fondo de pantalla del móvil
- Fondo de pantalla de la computadora
Lo ves a toda hora. Literalmente te sigue donde vayas. Lo importante es que esté presente, no escondido. Que lo veas “varias veces al día de forma intencional”.
¿Cómo darle seguimiento? Que fluya contigo
Tu vision board no es estático. Es un ser vivo. Cambias tú, cambian tus metas, cambia tu visión. Puedes revisarlo cuando logres una meta, cuando algo ya no te represente o cuando quieras añadir o quitar algo. No tiene fecha fija de renovación: ¡tiene tu ritmo!
¿Cómo saber si funciona? Con metas pequeñas primero
La clave, según Gabriela, es la disciplina. Y empezar por metas pequeñas, alcanzables y realistas. Eso te da confianza, fortalece tu autoestima y te prepara para sueños más grandes.
El vision board funciona porque te recuerda quién quieres ser, pero eres tú quien da los pasos hacia esa versión.
Un acto de amor propio
Crear un vision board no es un simple ejercicio artístico: es una conversación honesta contigo misma. Un pacto emocional. Una decisión de caminar hacia tu mejor versión. Y sí: requiere intención, energía y compromiso.
Pero también es alegre, divertido, terapéutico y profundamente esperanzador. Como dice Gabriela, “eres libre de crear tu realidad”. Y pocas herramientas te lo recuerdan tan bonito como un vision board.

