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Noon: el café quiteño que transforma cada tarde en un ritual de sabor, música y encuentro

En pleno corazón de Quito, Noon abre sus puertas para transformar cada tarde en un ritual único. Desde brunch y café hasta colada morada, postres artesanales y música en vivo, esta cafetería invita a vivir momentos memorables con amigos y familia.

Noon
Noon Está ubicada en la República del Salvador

Desde niña, Martina Proaño soñaba con tener una cafetería. Lo que comenzó como un ritual familiar de “tardeo” con café y postres, se convirtió en la chispa de un proyecto que hoy cobra vida en Quito: Noon, un espacio que combina gastronomía, diseño y experiencias. Martina nos cuenta que su inspiración no solo vino de la familia, sino también de la pasión por la cocina, el barismo y la creatividad gastronómica adquirida en cursos y experiencias con chefs.

“Siempre quise un lugar que no fuera solo un café pasado y un postre, sino un concepto completo”, explica Martina. Así nació Noon, con su eslogan “From Brunch to After”, pensado para que los clientes disfruten desde desayunos y brunch hasta tardes con café, cocteles y postres, creando un espacio donde el tiempo parece detenerse.

Martina Proaño
Martina Proaño Propietaria y creadora de Noon

Un café quiteño con identidad y color

El concepto de Noon está profundamente ligado a la identidad quiteña. “El café de la tarde es parte de nuestra cultura. Queríamos reflejar recuerdos y emociones, y que la gente se sintiera como en casa”, comenta Martina. El nombre y la paleta de colores —morados y tonos del atardecer— reflejan su esencia personal y su amor por esos momentos mágicos del día.

La marca no es solo estética: busca transmitir emociones y ofrecer un espacio acogedor, vibrante y familiar. “Quise que mi personalidad se plasmara en cada detalle para que quienes nos visiten conecten con esa energía y la hagan suya”, añade.


Tres años de preparación y un nuevo inicio

Martina, de 26 años, comenzó este proyecto hace tres años con otro concepto que fue evolucionando hasta dar forma a Noon. La nueva marca se consolidó hace apenas dos semanas, tras meses de trabajo con un equipo de marketing para afinar identidad, colores y propuesta.

El capital inicial fue de $30 mil, invertido cuidadosamente para crear un espacio que combinara calidad, estética y experiencias únicas. Con el apoyo de su familia y un equipo comprometido, Martina logró materializar su sueño y abrir sus puertas en un momento estratégico: la temporada de mayor movimiento comercial y festivo de Quito.

Noon tiene opciones saladas
Noon tiene opciones saladas

Fiestas de Quito: el momento perfecto para abrir

Abrir en plenas Fiestas de Quito no fue casualidad. Para Martina, estos meses —octubre, noviembre y diciembre— son ideales para atraer público, dar a conocer la marca y ofrecer experiencias memorables. “Queríamos un espacio donde la gente pueda venir, reunirse con amigos, disfrutar de postres, cocteles y música en vivo, y sentir que este lugar es suyo”, comenta.

Desde octubre, Noon empezó a ofrecer música en vivo, colada morada y guaguas de pan, con actividades familiares como la decoración de guaguas de pan. Estas experiencias buscan que los clientes no solo consuman, sino que participen activamente y creen recuerdos junto a sus seres queridos.

Experiencias que transforman el café en un ritual

El concepto de Noon va más allá del café. Martina quiere que cada visita sea una experiencia sensorial: degustar postres, tomar café de especialidad, escuchar música en vivo, participar en talleres de cerámica o campeonatos de juegos tradicionales como 40. Incluso se ofrecen cocteles y bebidas típicas para las temporadas festivas, todo en un espacio cuidadosamente diseñado para sentirse cómodo y acogedor.

“Queremos que la gente venga a disfrutar desde el brunch hasta el after office, que encuentre un lugar para todos sus momentos y que cada visita sea única”, agrega.

Los postres de Noon hacen honor al "tardeo"
Los postres de Noon hacen honor al "tardeo"

Ubicación estratégica: República del Salvador

La elección de la ubicación no fue casual. La República del Salvador es un sector comercial y dinámico de Quito, con flujo constante de personas, oficinas, centros comerciales y viviendas. “Mi tía me dijo hace cinco años que debería tener un negocio aquí y hoy ese consejo se materializa”, recuerda Martina. La ubicación permite combinar conveniencia, visibilidad y cercanía con la vida cotidiana de los quiteños.

Martina no llegó al emprendimiento por casualidad. Estudió negocios internacionales, complementó su formación con un certificado en marketing digital en la Universidad Autónoma de México y cursos de repostería y barismo, combinando habilidades administrativas, de marketing y gastronómicas. “Todo se combina para crear Noon: la gestión, el marketing y la parte culinaria”, explica.

Impacto familiar y laboral

Noon no solo es un sueño personal, sino también un proyecto familiar y laboral. La mamá de Martina participa preparando la colada morada, mientras que su papá ayuda con todo lo técnico y logístico. En su equipo, actualmente trabajan seis personas, cinco mujeres y un joven, quienes a su vez sostienen a sus familias.

“Es muy gratificante ver cómo un sueño puede generar oportunidades y bienestar para otros, más allá de lo personal”, comenta.

Noon tiene opciones de dulce
Noon tiene opciones de dulce

Un mensaje para los emprendedores

Martina ofrece un consejo claro a quienes sueñan con emprender: no tener miedo y escuchar al niño interior que lleva dentro. “No todo llega rápido ni fácil. Cada lágrima, cada risa y cada esfuerzo vale la pena, porque te hace crecer como profesional y como persona”, asegura. Noon es prueba de que la perseverancia, la pasión y la creatividad pueden convertir un sueño infantil en una realidad que toca vidas y corazones.

Noon tiene planes de mediano plazo para expandirse, abrir nuevos locales en Quito y potencialmente en otras ciudades como Cuenca o Manta. Cada decisión se basa en estudios de mercado, pero la visión es clara: crear una cadena de cafeterías con identidad, experiencias y calidad constante.

Martina también planea continuar con eventos y actividades, adaptándose a las temporadas y festividades locales, con el objetivo de consolidar Noon como un referente en el tardeo quiteño, donde cada visita sea memorable.

El alma de Noon: pasión, creatividad y comunidad

Más allá del café, Noon representa un espacio de conexión, creatividad y comunidad. Desde la elección de colores y decoración hasta la música en vivo y los talleres interactivos, todo está pensado para generar emociones y recuerdos. La combinación de gastronomía, estética y experiencias hace que cada visita sea más que un consumo: es un encuentro con la cultura, la familia y la amistad.

Martina concluye: “Ver los resultados de cada esfuerzo, cada detalle, es lo más hermoso. Noon no es solo una cafetería, es un sueño hecho realidad, y queremos que cada persona que venga se lleve un pedacito de esa magia”.

Noon no es solo café; es un viaje sensorial, un espacio de encuentros y un homenaje a las tradiciones quiteñas, todo en un lugar donde los sueños se mezclan con aromas, colores y música. En cada taza, en cada postre y en cada evento, los visitantes pueden sentirse parte de esta historia que apenas comienza.

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