Ozempic es el nombre comercial de la semaglutida, un medicamento inyectable aprobado inicialmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Su principio activo imita la acción de la hormona GLP-1, la cual regula la liberación de insulina y disminuye la producción de glucagón, ayudando a controlar los niveles de azúcar en sangre.
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Al retrasar el vaciamiento del estómago, Ozempic genera una sensación de saciedad prolongada, lo que reduce la ingesta calórica y puede llevar a una pérdida de peso gradual. Este efecto ha llamado la atención de personas que buscan bajar de peso, incluso sin tener diabetes, y ha convertido al medicamento en un fenómeno social y mediático.
Además, estudios recientes muestran que la semaglutida puede reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares en personas con diabetes tipo 2, reforzando su valor terapéutico más allá de la pérdida de peso.
Lo que dicen los médicos
Los especialistas reconocen que Ozempic puede ser efectivo para bajar de peso, especialmente en personas con obesidad o sobrepeso que presentan riesgo de diabetes o enfermedad cardiovascular. Sin embargo, recalcan que su uso debe ser estrictamente supervisado por un profesional de la salud y acompañado de cambios en hábitos de vida, como una alimentación equilibrada y actividad física regular.
“La pérdida de peso debe ser sostenible y saludable. No existe un medicamento milagroso. Ozempic puede ayudar, pero sin un plan integral, los resultados serán limitados o temporales”, explica un endocrinólogo especializado en diabetes y obesidad.
Efectos secundarios y precauciones
Entre los efectos más comunes se incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y estreñimiento. En algunos casos, las molestias gastrointestinales pueden ser significativas, sobre todo al iniciar el tratamiento.
Además, la semaglutida podría aumentar el riesgo de tumores en la tiroides, incluyendo el carcinoma medular de tiroides (CMT), por lo que no se recomienda su uso en personas con antecedentes familiares de CMT o síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2 (NEM 2). Otros riesgos menos frecuentes incluyen pancreatitis y problemas en la vesícula biliar. Por esto, la supervisión médica continua es indispensable.
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Ozempic y la fiebre en redes sociales
En los últimos años, Ozempic se ha convertido en un fenómeno viral, especialmente en plataformas como TikTok, Instagram y Twitter. Celebridades y personas comunes compartieron sus transformaciones físicas y sus historias de pérdida de peso, generando un aumento en la demanda del medicamento.
Este fenómeno también trajo preocupaciones: muchas personas sin diabetes compran Ozempic solo por estética, lo que provocó escasez en farmacias y generó debates sobre el acceso a medicamentos esenciales para quienes realmente los necesitan. Además, la rápida pérdida de peso ha llevado a la aparición del término “cara Ozempic”, describiendo el efecto de adelgazamiento pronunciado en el rostro que algunos consideran poco natural.
Ozempic es una herramienta prometedora y efectiva en el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2, pero no debe ser considerado un “atajo” para perder peso. Su uso requiere supervisión médica estricta, comprensión de los riesgos y compromiso con un estilo de vida saludable.
La historia de Ozempic combina avances científicos, fenómenos sociales y debates éticos sobre la salud y la estética. Representa una oportunidad para reflexionar sobre cómo buscamos resultados rápidos y cómo los medicamentos deben ser respetados como herramientas médicas serias, no modas pasajeras.