Salud

Hernias de espalda en mujeres y cómo elegir la cama y colchón adecuados para aliviar el dolor

Dormir con dolor de espalda es un reto. Descubre qué colchón y postura elegir para aliviar hernias lumbares o cervicales y lograr un descanso reparador.

¿Qué colchón elegir hernia discal?
Hernia discal y sueño (Anna Bizon/Freepik)

Dormir con dolor de espalda no es solo una incomodidad: puede ser un obstáculo real para la salud y el bienestar diario. En mujeres con hernias lumbares o cervicales, la elección del colchón y la cama es clave para reducir síntomas y lograr un descanso reparador.

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Y septiembre se convierte en el momento ideal, con descuentos del cybermonday, para renovar lo más importante: tu descanso. Las camas 2 plazas y los colchones correctos no solo mejoran la comodidad, también pueden influir directamente en la evolución del dolor de espalda.

Las hernias discales aparecen cuando un disco intervertebral se desplaza o rompe, presionando los nervios cercanos. Aunque afectan tanto a hombres como a mujeres, en ellas son frecuentes durante la edad activa e incluso durante el embarazo, donde el aumento de peso y los cambios posturales pueden sobrecargar la columna.

El resultado es dolor lumbar, ciática o rigidez cervical que empeora al acostarse y que interrumpe el sueño.

El descanso interrumpido como señal de alerta

Especialistas señalan que uno de los síntomas más comunes es el despertar nocturno por dolor al cambiar de posición. Dormir en superficies muy blandas permite que la columna se hunda, y en camas demasiado duras los puntos de presión generan más molestias.

La recomendación general es buscar colchones de firmeza media o media-alta, capaces de sostener la espalda en línea recta sin sacrificar comodidad.

¿Qué dicen los estudios?

Un estudio publicado en The Lancet probó distintos tipos de colchones en pacientes con dolor lumbar crónico y encontró que quienes dormían en colchones de firmeza media reportaban menos dolor y mejor descanso que quienes lo hacían en colchones duros.

Otras investigaciones han mostrado que cambiar un colchón viejo por uno nuevo mejora la calidad del sueño y reduce la rigidez matinal en personas con problemas de columna.

Posturas y apoyo extra

La posición al dormir también importa. Los médicos recomiendan acostarse de lado en posición fetal con una almohada entre las rodillas, o boca arriba con un cojín bajo las piernas.

Ambas ayudan a mantener la curvatura natural de la columna y reducen la presión en la zona lumbar. En hernias cervicales, usar una almohada ergonómica que sostenga el cuello es tan importante como el colchón.

Dormir boca abajo, en cambio, es lo menos aconsejado, ya que acentúa la curvatura lumbar y puede agravar el dolor.

El colchón como herramienta terapéutica

Los materiales también marcan la diferencia. Colchones de espuma viscoelástica o látex de buena calidad se adaptan al contorno del cuerpo y alivian la presión en hombros, caderas y zona lumbar, sin perder soporte.

La clave es que el núcleo sea firme y estable, evitando hundimientos excesivos. Además, especialistas recomiendan renovar el colchón cada 8 a 10 años, o antes si ya muestra deformaciones.

Invertir en descanso es invertir en salud

Para las mujeres que conviven con una hernia discal, la cama deja de ser un simple mueble y se convierte en una aliada terapéutica. Elegir bien el colchón, la almohada y la postura puede disminuir el dolor, mejorar la calidad del sueño y, con ello, la calidad de vida.

El momento de cambiar está en tus manos, y priorizar el descanso es también una forma de cuidar tu futuro.

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