La maternidad de Shakira, con su enfoque de “mamá loba”, ha resonado en millones de mujeres. ¿Cómo crees que esta faceta ha fortalecido su marca personal, proyectando una imagen de autenticidad y poder más allá del escenario?
Sin duda, cuando pensamos en Shakira, pensamos en una mujer poderosa. Lo que ha hecho a través de su marca personal es mostrarse como una mujer muchísimo más real. Muchas veces, los estereotipos nos dicen que para ser famosa, tienes que ser perfecta. Sin embargo, hablar de su maternidad la muestra como una mujer vulnerable y eso es lo que le ayuda a conectar con otras, porque hoy en día, las mujeres lo que buscamos es conectar con personas reales, no con estereotipos de mujeres perfectas. La maternidad es este equilibrio entre mostrarte como una profesional y como alguien que está en un proceso de aprendizaje. Es esta conexión humana la que ha hecho que su comunidad sea cada vez más grande, porque se muestran como somos todas las mujeres: vulnerables y auténticas.
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¿Qué riesgos y beneficios existen al incluir a la familia en la construcción de una marca personal, y cómo se puede hacer de forma genuina sin comprometer la privacidad?
El beneficio es la conexión, porque hoy en día no podemos ocultar nada. Si lo hacemos de una forma auténtica, es lo que va a conectar con la comunidad. Si yo muestro mi vida como es, con mis altos y bajos, eso es lo que va a hacer que mi comunidad se sienta identificada conmigo. Creo que la gente lo que quiere hoy en día son personas reales. El riesgo, sin duda, es que el ser humano por naturaleza es curioso. Si muestro un poco, mi comunidad va a querer conocer más. Pero ahí está la clave: tú pones el límite de lo que quieres mostrar, de lo que quieres compartir y de lo que quieres contar de tu vida.
Hablando de “deshipnotizarse” de la sugestión silenciosa de la sociedad, ¿qué le dirías a la mujer que vive frustrada por el “qué dirán”?
Para poder tener un negocio que sea sostenible, tengo que aprender a ser generosa conmigo misma. Por eso yo trabajo en mí constantemente, en mis tres pilares: mente, cuerpo y corazón. Si no soy generosa con ellos, mi negocio no puede ser generoso con mis clientes. Y eso es lo que las mujeres no estamos acostumbradas a hacer: darnos espacios para nosotras. Hay que atreverse, hay que dar el primer paso.
Y ahora tú estás a punto de emprender el viaje más importante: ser mamá. ¿Qué lecciones de tu experiencia aplicarás para mantener la esencia de Rommy mientras te conviertes en una mamá líder?
Me tiene sumamente emocionada y me ha hecho repensar la forma en la que estoy construyendo mi marca. Cuando hablamos de marca personal y maternidad, lo que tenemos que tener claro son los valores de cada persona. Los valores que me siguen caracterizando son justamente el liderazgo, la autenticidad y, sobre todo, el de creer en una misma. Hacia allá va este nuevo proceso. Me estoy fortaleciendo cada vez más porque el hecho de saber que voy a ser mamá y que tengo que ser el ejemplo para una niña que viene en camino, me ha motivado a darle más empuje a mi empresa para que siga avanzando sola. La maternidad no tiene por qué ser una no tiene por qué ser una pausa, sino que se convierte en este motor para seguir adelante y ser el ejemplo para quien viene en camino.