El trabajo no remunerado sostiene la vida diaria de millones de familias, pero pocas veces recibe el reconocimiento que merece. Cocinar, limpiar, cuidar de los hijos e incluso salir a comprar alimentos son actividades que garantizan bienestar, aunque no generen un ingreso económico directo. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) puso cifras concretas a este esfuerzo invisible con las Cuentas Satélite del Trabajo No Remunerado 2019 y 2023.
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8.909 millones de horas que no se ven
En 2023, los ecuatorianos dedicaron 8.909 millones de horas a las diez tareas más representativas del trabajo no remunerado. Cocinar encabezó la lista con más de 2,7 millones de horas, seguida por lavar la ropa (1 millón) y limpiar la casa (969 mil). Estas cifras reflejan la magnitud de un trabajo cotidiano que, aunque intangible en las cuentas nacionales, tiene un valor incalculable en la economía familiar y comunitaria.

Una brecha marcada por el género
El informe del INEC confirma lo que se percibe en la vida diaria: las mujeres llevan el peso del trabajo en el hogar. En 2023, ellas realizaron el 84,9% de las horas destinadas a cocinar, el 81,9% del lavado de ropa y el 86,8% de la limpieza de la cocina. En contraste, los hombres tuvieron mayor participación en actividades relacionadas con el ocio familiar, como jugar, conversar o leer con los niños (33,3%).
La división de tareas deja en evidencia una inequidad persistente: mientras las mujeres lideran casi todas las actividades domésticas, los hombres tienden a involucrarse más en aquellas asociadas al entretenimiento o las compras, con un 40,5% de participación en la adquisición de víveres.

El doble turno femenino
El fenómeno del “doble turno” se vuelve más claro con estas cifras. Muchas mujeres no solo cumplen con su jornada laboral remunerada, sino que además se hacen cargo de la mayor parte del trabajo no remunerado en el hogar. Esto impacta directamente en su tiempo libre, su desarrollo personal y sus oportunidades de crecimiento profesional.
La importancia de valorar lo invisible
¿Por qué contar estas horas? Porque reconocerlas es el primer paso hacia la equidad. Las Cuentas Satélite del Trabajo No Remunerado buscan visibilizar que estas actividades generan un valor social y económico que sostiene al país. Sin ellas, sería imposible que el resto de la economía funcione.

Además, poner cifras permite abrir debates urgentes: ¿cómo redistribuir de manera justa las responsabilidades del hogar? ¿Qué políticas públicas pueden fomentar la corresponsabilidad? ¿Cómo lograr que hombres y mujeres compartan estas tareas en igualdad de condiciones?
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Un llamado a la corresponsabilidad
El trabajo doméstico y de cuidado no debe ser una carga exclusiva de las mujeres. La corresponsabilidad implica que tanto hombres como mujeres compartan estas tareas, reconociendo su importancia y valor. No se trata solo de “ayudar”, sino de asumir el hogar como un espacio compartido donde cada quien tiene la responsabilidad de contribuir.
Las estadísticas del INEC no son solo números. Son un reflejo de millones de vidas, de mujeres que, día tras día, garantizan el bienestar de sus familias sin recibir un salario a cambio. Reconocer esta realidad es un paso fundamental hacia una sociedad más justa y equitativa.