Salud

Menstruar en Gaza: una lucha diaria por la dignidad

En Gaza, la menstruación se ha convertido en una lucha diaria para más de 700.000 mujeres y niñas, quienes carecen de acceso a productos menstruales, agua potable y condiciones sanitarias mínimas, enfrentando riesgos para su salud y dignidad.

Las mujeres en Gaza deben improvisar en medio de los refugios, cuando tienen su periodo menstrual.
Las mujeres en Gaza Deben improvisar en medio de los refugios, cuando tienen su periodo menstrual.

En la Franja de Gaza, donde el estruendo de los bombardeos y el eco de las sirenas son parte del paisaje cotidiano, existe una batalla silenciosa que afecta a más de 700.000 mujeres y niñas: la menstruación. Un proceso natural que, en este contexto, se convierte en una pesadilla de humillación, dolor y riesgo para la salud.

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La falta de acceso a productos menstruales, agua potable, privacidad y condiciones sanitarias mínimas transforma lo que debería ser una cuestión de salud básica en una crisis humanitaria ignorada por muchos. Según la UNFPA, la agencia de salud sexual y reproductiva de la ONU, el 75% de la necesidad mensual de productos menstruales en Gaza sigue sin cubrirse, y las alternativas improvisadas, como trozos de tela o materiales reciclados, aumentan el riesgo de infecciones y enfermedades.

La dignidad arrebatada

En los campamentos de desplazados, donde la vida se reduce a la supervivencia, las mujeres enfrentan la menstruación sin la más mínima privacidad. Las instalaciones sanitarias son escasas y compartidas, con un promedio de un baño por cada 486 personas. Esta falta de intimidad obliga a muchas a esperar hasta la noche para cambiarse, exponiéndose a riesgos de salud y seguridad.

Además, la escasez de agua potable y la destrucción de infraestructuras sanitarias agravan la situación. Más de un tercio de los hogares en Gaza reciben menos de 15 litros de agua por persona al día, y el 46% carece de acceso a baños adecuados.

Historias que conmueven

Sara, una joven de 18 años, comparte su angustia: “El peor momento es cuando tengo mi periodo”. En su refugio, la falta de productos menstruales y agua limpia la obliga a improvisar con lo que tiene a mano, poniendo en riesgo su salud.

Otra mujer desplazada en un refugio de UNRWA en Gaza, expresa: “La higiene menstrual se ha convertido en una emergencia silenciosa para las mujeres y niñas de Gaza”.

La respuesta humanitaria

Organizaciones como la UNFPA y CARE están trabajando para aliviar esta crisis. Han distribuido kits de higiene que incluyen productos menstruales, jabón y ropa interior a más de 150.000 mujeres y niñas en Gaza. Sin embargo, estas ayudas son insuficientes frente a la magnitud de la necesidad.

La comunidad internacional debe reconocer la menstruación como una cuestión de derechos humanos y salud pública, no como un tema tabú o secundario. Garantizar el acceso a productos menstruales y condiciones sanitarias adecuadas es esencial para la dignidad y bienestar de las mujeres y niñas en Gaza.

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