“Me he mudado a problemas y he querido ser feliz allí. Y he dado vuelta en círculos por no quitarte en medio a ti”, esta es parte de la letra de la canción Ojalá, de Beret, y recoge en pocas palabras la realidad que vive día quien sostiene un vínculo traumático dentro de una relación que no tiene nada de amorosa, al contrario, está plagada de humillaciones y maltratos físico, psicológicos y hasta económicos.
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Muchas veces las víctimas no están conscientes de lo que están padeciendo y les cuesta asimilar que realmente son víctimas. El vínculo traumático es “una conexión emocional compleja, que es perjudicial y que se forma entre dos personas una normal y otra que cumple con el rol de abusador o toxico”, así lo describe la psicóloga y experta en parejas, Laura S. Moreno, en su canal de Youtube.
Esta conexión se puede dar en todos los ámbitos de la vida: amorosa, laboral, familiar y de amistad. Sánchez explicó que se crea cuando inicia gradualmente con un hecho traumático propiciado o ejecutado por el tóxico, mientras que su víctima trata de excusarlo para llevar todo a una calma o reconciliación.
Es aquí cuando quien es abusado intenta flexibilizar y adaptarse, y se queda con una tensión inicial donde no está cómoda, pero que puede soportar. Todo esto se convierte en un círculo vicioso que se repite constantemente y favorece ese vínculo traumático. Además, está alimentado por un refuerzo de pequeños actos de bondad y falso amor, que crea confusión en la víctima.
Cómo saber si estoy atrapada en un vínculo traumático
Las personas que están sumergidas en este vínculo tienen una profunda conexión emocional con el abusador y es muy probable que se deba a que, en el pasado o en su niñez, hayan sufrido de abuso, explotación o codependencia emocional. Por eso hay que estar atenta a estas señales, que muchas veces las confunden con amor.
1. No son lo que aparentan
El abusador al inicio es una persona encantadora, dulce, cariñosa y parece confiable, pero luego se tornan sombríos.
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2. Son impredecibles
Estas personas que ejercen la violencia, son emocionalmente impredecibles, manipuladora y solo te desvalorizar, que luego resuelve con disculpas y promesas de cambio, como un refuerzo positivo para cancelar cualquier ideal que tengas de dejarlo.
3. Te convierten en su saco psicológico de boxeo
Por lo general, los tóxicos te cargan sus problemas en ti, y drenan toda la frustración contigo. Un claro ejemplo de que no es amor, es abuso, por está explotando tu trauma para usarte como un saco de boxeo psicológico.
4. Te aíslan de los seres queridos
Se enoja si pasas tiempo con las personas que amas y que no son ellos, también si no pasas tiempo a su lado. Te impiden que estés cerca de amigos y familiares. Es una clara señal de alerta.
5. Niegas o minimizas su comportamiento abusivo
Esta es señal muy clara de que estas en una relación destructiva, porque te encuentras constantemente tratando de excusar o minimizar las conductas abusivas de la otra persona. Pasas por alto todo el maltrato: “No es tan malo” o “no me molesta.