Hay veces que por mecanismos de autoprotección tendemos a evitar las emociones y aislarnos de nuestras necesidades, creando una congestión emocional. Esto no es más que un remedio a corto plazo que nos alivia de situaciones adversas o difíciles de procesar, pero que a largo plazo, nos puede hacer daño a la salud mental o física.
PUBLICIDAD
Para sanar hay que permitirnos sentir aunque sea incómodo, doloroso o nos haga sentir vulnerables. Esta es la única manera de evitar la somatización y permitirnos actuar a la par de lo que realmente queremos. Puede deberse a que desde pequeño no pudimos contar con personas que nos dieran amor o contención, o bien nos avergonzaron por sentir, ejemplo, a la hora de llorar.
Señales de que estás evitando tus emociones
Explotas con los demás
Tener arranques de ira o decir lo que sientes únicamente mediante peleas indica que hay una mala regulación emocional de fondo y por ende, solo logras decir lo que piensas, sientes o quieres de la peor manera, exponiéndote a que se te vaya la lengua y hieras a otra persona.

Incomodidad con personas más emocionales
Como ellos son lo opuesto a ti, puedes sentirte incomodado frente a personas que lloran, te manifiestan sus emociones directamente o hablan de problemas que tienen en la dinámica interpersonal, situación que incluso te hace sentir ‘atacado’. No invalides sus emociones ni lo juzgues por su manera de ser.
Te sientes vacío
No te emocionas tanto por diversas situaciones de la vida, no lloras, no disfrutas de tus pasatiempos... Parece que vas en piloto automático y alguien le ha quitado el sabor a tus días. La desconexión emocional hace que dejen de importarnos incluso las cosas que solían gustarnos.

Tiendes al aislamiento
Con el paso del tiempo, te has vuelto una persona más solitaria o prefieres evitar socializar. Al reprimir los sentimientos, terminamos por desconectarnos de nuestro entorno y rechazar manifestaciones de afecto del mundo exterior.
Tener conductas de escape
Para contrarrestar las emociones reprimidas, buscas ciertas conductas de escape como puede ser comer en exceso, alcoholismo, centrarse mucho en el trabajo, videojuegos y más.