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“Nuestro superpoder como mujeres es que no tenemos límites”: Adriana Macías

Adriana Macías reveló a Nueva Mujer cuál es el mayor superpoder de las mujeres, su lucha contra los obstáculos y su definición de éxito.

Adriana Macías
Adriana Macías Cortesía (Cortesía)

Adriana Macías nació sin brazos, pero en su lugar, le crecieron alas para volar hacia un lugar en el que las barreras y los estereotipos no existen. Su historia la ha convertido en la mejor conferencista motivacional del mundo, compartiendo poderosas lecciones que han inspirado a miles de personas a lo largo de 10 países por 24 años.

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De hermosa sonrisa e inigualable actitud, reveló a Nueva Mujer cuál es el mayor superpoder de las mujeres, su lucha contra los obstáculos y su definición de éxito.

Egresada de la carrera de Derecho, especializándose en Administración de Recursos Humanos y complementando con estudios en Psicología, Adriana Macías encontró su impulso dentro de esa facultad para convertirse en la mujer que hoy conocemos.

Adriana Macías
Adriana Macías @jezjauregui (Jez Jauregui Photography/Cortesía)

Pero su promedio, ni toda sus ganas para destacar en el ámbito laboral, bastaron, pues, se encontró con puertas cerradas que no le dieron la oportunidad de desenvolverse, generando en ella frustración y una profunda tristeza.

No fue hasta que una posada le cambiaría la vida por completo. Ahí fue invitada por la cuñada del subdirector de un banco de México para dar un discurso motivacional de fin de año.

“Me encanta hablar, preparé dos cositas que en mi vida me habían marcado hasta ese entonces. Pero el sentido del humor siempre lo he tenido a flor de piel. ¿Así que yo creo que lo que más llamó la atención fue eso. El de ‘¿cómo se puede estar riendo, viviendo esa situación?’ Eso llamó mucho la atención y de ahí me empezaron a invitar a otra y a otra”.

A diferencia de lo que algunos pudieran pensar, la niñez de la famosa conferencista fue buena, e incluso su escuela se convirtió en su lugar seguro. Destacó que su hermana se convirtió en su eterna compañera de aventuras, la figura que la incitó a hacer muchas de las cosas que hoy logró, pues nunca la limitó por su discapacidad.

“Curiosamente, a lo que muchos piensan que yo todo lo que hago con los pies lo aprendí en algún lugar o me lo enseñó alguien. La verdad es que fue esta compañera de juegos que tuve toda mi vida junto a mí, pues si no hubiera sido por esos juegos no hubiera aprendido el punto fino, el movimiento, la pinza con los pies, no hubiera aprendido a abrochar un botón, a peinarme, a maquillarme”.

Adriana Macías
Adriana Macías Cortesía

Sin embargo, su paso por la adolescencia no fue igual de bueno. Confesó que llegó a sentirse frustrada al ver que su desarrollo no era el mismo que el de sus compañeras.

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“La adolescencia, fue mi etapa caótica. Estaba frustrada porque no podía vestirme a la moda como todas las chavas de mi edad. Tener un estilo de moda, te permite estar en un círculo, pertenecer a un grupo de amigas y te permite socializar. Se desencadenaban un montón de cosas importantes”.

Y añadió: “Me sentía incómoda porque veía que yo tenía un retraso en ese desarrollo, pero todo mi tiempo también lo ocupaba en ser creativa para ver de qué manera iba a poder ser independiente, vestirme yo sola”.

Fue su familia el gran pilar en la vida de Adriana Macías, quien reveló la profunda admiración que siente hacia sus padres, expresando el gran pilar que representó para ella el ver que no perdieron el tiempo en sufrimiento.

“No dejo de sorprenderme de cómo se repusieron de algo tan doloroso, para mí fue asombroso como ellos, no perdieron el tiempo en vivir ese dolor y rápido se sacudieron las alas y salieron adelante y buscaron un montón de respuestas y un montón de caminos. Para mí eso fue increíble”.

Y agregó: “Gracias a ellos he tenido las llaves para conquistar mis sueños. Pero todas estas herramientas no sirven de nada si uno no tiene autoconfianza, si no tienes amor propio, si no tienes respeto. La verdad me costó mucho trabajo construirlo porque soy una mujer como todas, siempre en esta búsqueda de mejorar, de verte bien, de verte bonita, de ser agradable a los demás”.

Reveló cómo hizo para salir de este periodo que para ella fue uno de los más complicados, siempre bajo una actitud positiva y creativa, lo mismo que al paso de los años la ha caracterizado.

Adriana Macías
Adriana Macías Cortesía (Cortesía)

“Caí en este error de las comparaciones, y obviamente a mí me pesó mucho el hecho de tener un cuerpo incompleto porque sí, muchas veces me sentí como un fenómeno, como alguien raro. ¿Y quién vino a quitar todos esos fantasmas? Fue mi hija”.

Contó cómo fue que la visión de su pequeña cambió toda su perspectiva hacia sí misma:

“Mi hija me dio esta seguridad de sentirme bonita, de sentirme completa, porque para ella no le hace falta nada. Su mamá está entera, así como me vi en ese momento caí en cuenta gracias a su visión, a sus comentarios, que yo crecí con ella. Yo aprendí a ser mamá con ella, pero principalmente aprendí a ser mujer con ella”.

Entre sus virtudes también se encuentran el diseño de modas, haciendo una colección por los 100 años de Disney inspirada en ‘La Bella Durmiente’, de la que invitó a romper estereotipos; “Es fundamental ser más creativos y dejar de etiquetar la belleza. Al final la belleza siempre va a estar en los ojos de quien la mira”.

A esto se suma la publicación de distintos libros, entre ellos ‘Enamórate de Ti’, ‘Abrazar el Éxito’ y ‘La Fuerza de un Guerrero’. Además de deleitar con su violonchelo.

Fue este instrumento el que la acompañó cuando enfrentaba su proceso de divorcio, cuando su hija apenas tenía tres años:

“¿Qué más hay además de las ganas de llorar? ¿Qué más hay además de la decepción? ¿Cómo vamos a ocupar nuestro tiempo? Me he dado cuenta que nuestra mente, cuando no está ocupada en cosas positivas, se le ocurren cosas muy locas, hasta cosas muy trágicas. Cuando estamos viviendo momentos difíciles, creo que lo más importante será ocupar nuestra mente en aprender algo”.

De esta forma encontró en el cello, un refugio:

“Cuando nosotros naufragamos en algún proyecto, vamos a ver un montón de maderas a un lado de ese barco que se destruyó. Y vas a ver tú a cuál te agarras. Entonces esa visión que tuve fue agarrarme de la música y de esta idea de tocar el chelo”.

Adriana Macías
Adriana Macías Cortesía (Jez Jauregui Photography/Cortesía)

Ante las adversidades destaca el valor de las mujeres y su superpoder para enfrentarlas:

“Nuestro superpoder como mujeres es que tenemos esta capacidad de hacer muchas cosas al mismo tiempo, pero principalmente, que no tenemos límites. En cuanto vemos esa oportunidad, esa necesidad, nunca nos rendimos; salimos adelante, somos creativas, vemos de donde, vemos cómo y siempre estamos empujando hacia adelante”.

Resaltó que no debemos caer en comparaciones, más bien en seguir adelante, pues cada uno vive su proceso y ruega no perder esa capacidad de asombro y regalarnos una palabra bonita a nosotros mismos:

“Obviamente, va a haber muchas etapas en nuestra vida en las que nos sintamos frustrados porque posiblemente no tengamos el mismo desarrollo que las personas que nos rodean o que admiramos. Pero en vez de vivir en la frustración, pues enfoquémonos en el actuar”.

Por último, Adriana Macías compartió su definición de éxito, luego de vivir una anécdota con su hija que marcó su corazón cuando deseaba viajar a la Ciudad de México para poder ver una exposición de Avatar y mientras ambas disfrutaban de un día juntas comiendo helado de vainilla, se sintió plena por haber podido cumplir el sueño de su pequeña.

“El éxito es esos momentitos que a ti te significan algo supervalioso, que a ti te significa un esfuerzo, que a ti te significó el alcanzar un sueño, que a ti te significó el poderlo compartir con alguien. Porque de nada sirve el éxito si no lo compartes con alguien a quien tú amas”.

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