Psico

Más allá de la maternidad: recuperando tu identidad en el viaje de la crianza

A medida que te esfuerzas por dar lo mejor, es natural que surjan dudas y preocupaciones sobre si estás haciendo lo correcto.

La maternidad es un viaje extraordinario que transforma la vida de una mujer profundamente. Desde el momento en que sostienes a tu hijo en tus brazos por primera vez, hasta los desafíos diarios de criar y nutrir a otro ser humano, cada paso que das te cambia de formas que nunca podrías haber imaginado. Sin embargo, en medio de esa emoción y felicidad, también puede surgir confusión y un fuerte sentido de pérdida de identidad al enfrentar la realidad de cómo tu vida ha cambiado.

“Como psicóloga especializada en desarrollo infantil, es muy fácil en ocasiones ver la teoría y tomar las pautas para educar y sobrellevar la maternidad pero ya en el día a día en donde no todo es un ambiente ideal y estás cansada y estresada y tus hijos están haciendo un berrinche, se puede tornar muy complicado. Ser mamá es increíble pero también lo más difícil”, señaló Paulina Rodríguez Leis, Maestra en Psicología del Desarrollo y madre de dos niños.

Convertirse en mamá puede ser una experiencia abrumadora y emocionante, pero también puede dejar a muchas mujeres sintiéndose perdidas y desconectadas de su identidad anterior, entre noches sin dormir, preocupaciones constantes y la presión social de tener que ser siempre la mejor.

“Se habla mucho de los cambios hormonales que experimentamos como mujeres, pero se presta poca atención a los cambios en el ámbito emocional, donde puedes sentirte muy sola. Durante el embarazo, esta sensación es común y cuando nace el bebé toda la atención está en él, lo cual es normal, pero deja a la madre necesitando atención y cuidado también”, señaló Paulina.

La transición a la maternidad puede ser desafiante

En medio de las demandas constantes de cuidar de los hijos, es posible que entren en un “modo supervivencia”, priorizando las necesidades básicas y bienestar de estos, descuidándose en el proceso. Mientras una lucha por adaptarse a su nuevo papel, es fundamental recibir apoyo y comprensión por parte de una red de apoyo.

“En ocasiones, experimentamos la sensación de que las redes de apoyo que teníamos antes de convertirnos en madres ya no están como solían estarlo. Puede surgir una brecha en esas relaciones, pero seguir conectándonos con las personas importantes para nosotras es fundamental. Poco a poco una se da cuenta de que hay quienes siempre estarán a nuestro lado a pesar del tiempo y los cambios que hemos experimentado”, sentenció Paulina y agregó que rodearse de otras mamás que estén pasando por lo mismo, que ya vivieron ciertas cosas o que han tenido experiencias diferentes también es de gran ayuda.

Cómo lidiar con la culpa en la maternidad

La maternidad implica también sentimientos de culpa y cuestionamientos respecto a si una está haciendo lo suficiente o si está haciendo las cosas correctamente. Esta autocrítica a menudo surge de comparaciones con otros, expectativas poco realistas y el temor a cometer errores que afecten el bienestar de los hijos. Sin embargo, es esencial recordar que la maternidad no viene con un manual de instrucciones y que cada experiencia es única.

Finalmente, como mamá y psicóloga, Paulina destacó la importancia de aprender a darse un espacio para cuidar de una misma, tomando un descanso y haciendo pausas. El autocuidado desempeña un papel fundamental después de tener hijos. Es crucial ser consciente de la importancia de cuidarte, ya que si no estás bien contigo misma, será difícil estar bien para tus hijos.

“Se trata de encontrar pequeños momentos para ti. Ser madre no implica renunciar por completo a tu tiempo y tus necesidades. Priorizar tu paz mental y tu bienestar emocional es esencial para ser la mejor versión de ti misma y, a su vez, una mamá más capaz y equilibrada”.

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