Si tienes una relación en la que te sientes insatisfecha y desatendida quizás estás viviendo un amor líquido, un concepto que sigue creciendo poco a poco ya que muchas se sienten identificadas. Con la rutina y la vorágine del día a día, nos vamos descuidando sobre el estado emocional que embarga nuestro romance y muchas veces solo estamos juntos por costumbre.
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El miedo a la soledad, la zona de confort, el tiempo y esfuerzo invertido, la presión social... Son muchos los motivos que hacen que permanezcamos al lado de alguien, cuando en realidad lo único que debería importar es nuestra felicidad y plenitud junto con esa persona.
¿Qué es un amor líquido?
Pues bien, de acuerdo con Glamour, el concepto de amor líquido fue creado por el sociólogo y filósofo polaco, Zygmunt Bauman, quien asegura que son aquellas relaciones individualistas que están marcadas por el deseo de satisfacer sus necesidades de forma inmediata y luego desechar.
Estas no solo son de índole sexual, sino que también pueden ser afectivas. Por ejemplo, una salida para recibir atención, cariño y afecto por unas horas y luego desatender el vínculo por días. O solo estar con alguien porque te hace compañía, pero realmente no lo amas o le guardas fidelidad.

Esto sucede porque preferimos no cuestionarnos sobre lo que sentimos, pasamos por alto muchas cosas que nos hace la otra persona o lo que genuinamente sentimos, ya que “en estas relaciones lo que más predomina es el egocentrismo. No hay un vínculo fuerte de amor verdadero”, apuntan.
Conforme con la misma fuente, hay varias señales para saber si estamos atrapadas en un amor líquido. Primero, escucha tu voz interior y reflexiona sobre lo que has vivido, sin ignorar las ‘red flags’ como vivir en modo automático con insatisfacción emocional, dejas que la relación siga fluyendo sin compromiso de por medio, actitudes pasivo-agresivas, no hay buena comunicación o ser infiel.