La importancia de cultivar pequeños gestos de amor a diario en una relación no debe subestimarse, ya que estos actos aparentemente simples son clave en la conexión emocional y la fortaleza de una pareja. En medio de las exigencias cotidianas, construir una relación sólida puede convertirse en un desafío, sin embargo, es precisamente ahí donde se define hacia dónde va el vínculo con el otro.
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“La mayoría de la gente da por sentada la relación. Primero hay un deseo de querer tener pareja, luego hay una movilización desde este pero una vez que se llega al objetivo, ahí lo dejan cuando en realidad es donde empieza otro gran paso. El mayor trabajo está en sostener esa relación, en crecer, en evolucionar. Los rituales diarios del amor son fundamentales para esto”, explicó Ana Paola Ramos Uriarte, psicoterapeuta, speaker y co-fundadora de Instituto Artesánate® en entrevista con Nueva Mujer.
De acuerdo con la especialista, la relación en pareja es un proceso que comienza desde nuestros ancestros, con sus patrones emocionales, de pensamiento y de creencias que definen cómo nos relacionamos nosotros. Posterior a esto, viene el deseo o no deseo de tener una pareja y si se tiene, se da la atracción para después surgir el enamoramiento.
“El enamoramiento es un momento de mucha química entre la dopamina, adrenalina y noradrenalina donde no vemos a la persona realmente sino lo que queremos ver pero cuando entra el apego empieza una necesidad de seguridad, de saber a dónde va la relación”, señaló Ramos. “Se da más en la mujer porque su cerebro arcaico busca más seguridad en pareja y familia, mientras que el del hombre busca en la materia y la riqueza. Aquí es donde el eros disminuye y empiezan a ver los defectos”.
Fortaleciendo el amor a través de pequeños gestos
Ramos explicó que es en esta etapa que se da el duelo, una pérdida de ilusión, y aunque muchos lo llaman “la muerte del amor”, es en realidad donde este comienza. “El amor empieza justamente cuando nos enfrentamos a los desafíos de la relación, cuando vemos a la pareja tal como es y decimos ‘elijo amarme’, ‘elijo amarte’, ‘elijo amarnos’”, aseveró.
En esta etapa las parejas se desilusionan y para reconectarse, deben aceptar el dolor interno, permitirse tener esa vulnerabilidad. Es por esto que la implementación de los rituales del amor deben hacerse desde un principio porque es lo que permite crear bases sólidas de la relación de pareja.
“El primer ritual parece obvio pero muchos no hacen y es<b> hacer sentir al otro aceptado y no rechazado</b> ¿y cómo hacemos esto? con rituales básicos como despertar y mirarse, sonreir, hacerse caricias. Con esto estoy comunicando ‘te acepto, estoy feliz de que estamos juntos’, sin palabras. Una mirada es la base muy importante en la ritualización del amor”.
La especialista señaló la importancia de compartir para conectar lo cual no solamente implica lo que estamos viviendo en el día a día sino lo que está pasando en nuestro mundo interior, nuestros pensamientos, reflexiones y sentir. “Cuando las parejas comparten lo que están sintiendo, se vuelven relaciones más íntimas y duraderas. También cuáles son las ilusiones, sus aspiraciones, sus proyectos, sus metas porque eso permite abrir una ventana hacia el futuro”.
Dedicar tiempo a nuestra pareja no solo es un acto de amor, sino también una inversión en el crecimiento conjunto y la resiliencia frente a las adversidades. Los pequeños gestos diarios son recordatorios constantes del amor compartido, lo que construye una confianza y un espacio seguro. “Una relación implica inversión. Le invertimos a lo que nos interesa y el tiempo es una medida de interés. Nunca hay que pasar de largo de las necesidades de uno mismo ni del otro”.
