Cuando todos tenemos un fin de semana libre, lo único que pensamos es en la playa, sentir el sol en nuestro cuerpo y darnos un chapuzón en el mar.
Pero luego de días intensos de sol, mar y arena, por mucho que se use protectores solares, la piel necesita de otros cuidados porque los efectos de los rayos ultravioletas pueden ser perjudiciales para la salud, tanto a corto como a largo plazo.
Tras esos días de descanso, es normal que la piel luzca poco luminosa y opaca, y se debe a que en el órgano más grande del cuerpo humano se refleja lo que comemos, el agua que bebemos -o no-, si dormimos bien, etc.
En esos días de descanso, los cambios de clima, la alimentación un poco más relajada, y las rutinas que se vuelven menos saludables se manifiestan en la apariencia de la piel, sobre todo del rostro.
El medico Lucas Ponti, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), explica que la piel “es un órgano dinámico y tiene capacidad de adaptación y si estás en la playa expuestos al sol, viento, mar o en la montaña a más altura, más allá del daño solar y del viento, la piel se deshidrata, se broncea y puede aparecer manchas, rojeces, alergias, nuevos lunares”.
“Es por esta razón que la piel puede lucir engrosada, opaca y más áspera al tacto (…) también muchas veces después de las vacaciones puede aparecer acné”, precisó el dermatólogo en entrevista al portal Infobae.
Precisa que el engrosamiento de la piel por la radiación UV, “estimula la secreción de sebo, aumenta la grasitud y aparece el acné, especialmente en pieles con tendencia a este tipo de brotes”.
Cuidados externos después del sol
El dermatólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Victoriano Morales, recomienda que después de haber estado expuestos al sol lo primero que se debe hacer es ducharse.
“Una ducha con agua más bien fresca generará un efecto calmante sobre la piel”.
También recomienda que el jabón o gel que se utilice sea “en forma de syndet (sin detergente), con pH ácido (menor a 5,5) y que no contenga fragancias o perfumes para que la ducha sea reconfortante sobre nuestra piel”.
Es después del baño cuando ya podemos aplicar sobre nuestro cuerpo una crema hidratante.
La exfoliación no
Hay que tener en cuenta tres cosas importantes que pasan en nuestra piel cuando está afectada por el sol: la adelgaza, la irrita y la hace más sensible y seca.
Razón por la cual la exfoliación en esos momentos está completamente prohibida.
“La exfoliación tras la exposición solar sólo aportaría más daño, por lo que no es aconsejable”, destaca el dermatólogo.
Cuidados internos después del sol
Asimismo se debe tomar en cuenta la alimentación para ayudar a la piel.
Después de tomar el sol necesitamos hidratarnos, y la mejor manera de hacerlo es bebiendo agua y tomando fruta fresca.
Además, “una rica ensalada de tomate y las verduras en general, también son buenas aliadas”, asegura el especialista.
Lucas Ponti Ponti, es enfático y dice que los cuidados de la piel no solo son externos sino también interno porque “la nutrición y oxigenación que este órgano necesita debe venir del aparato circulatorio”.
“Los ejes claves son la alimentación que debe ser rica en vegetales crudos, frutas, frutos secos que tienen grasas esenciales, pescados ricos en omega y una buena hidratación tomando abundante agua”.
Ademas, “actividad física para mejorar la circulación y oxigenación del organismo”.
Por último, considera indispensable el descanso nocturno.