No tienen que ver con las criaturas mitológicas que extraen sangre de sus víctimas y son inmortales, pero sí que existen aquellas personas que te roban alegría y bienestar, conocidas como vampiros energéticos.
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Es muy posible que inmediatamente haya venido un nombre a tu mente porque sí, son comunes, y la mayoría los hemos encontrado alguna vez en situaciones hasta casuales como comentar algo bonito del día y que esta persona te infecte con su negatividad.
Con esas pequeñas cosas poco a poco se va destruyendo el entusiasmo, hasta quedarnos sin fuerzas, sin energía, o quizá incluso te hayas sentido enferma.
Es necesario escuchar esas alarmas del cuerpo para hacerles caso y analizar esas relaciones tóxicas que se pueden presentar en forma de familiares, parejas, amistades o compañeros de trabajo.
Características de los vampiros energéticos
Según la especialista Christiane Northrup, citada en Men’s Health, las víctimas de los vampiros enérgeticos son personas empáticas, cariñosas y compasivas, ya que ellos son todo lo opuesto.
“Se acercan a estas personas pero ellos son incapaces de hacer lo mismo, obtienen todo lo bueno de ellas sin darles absolutamente nada a cambio”, explica.
Son maestros de la manipulación, hacen que todo gire en torno a ellos por su narcicismo, te controlarán a través de la confianza que tienes hacia ellos, son autocompasivos, exageran situaciones y pueden cambiar de ánimo radicalmente.
¿Qué hacer con los vampiros energéticos?
Después que te tomas un tiempo para evaluar cómo te sientes con esa persona y lo que produce en ti, es momento de poner límites de tiempo y espacio para no estar cerca a esa persona siempre si no puedes romper la relación.
En caso de que sea factible, plantéate alejarte por completo y dedicarte a reconectar contigo mismao, valorarte y cuidarte.
Asimismo, refuerza tu autocontrol y dedica tiempo a estar con personas que te recarguen, no que te vacíen de lo bueno que hay en ti.