Como madres queremos todo lo mejor para nuestras hijas, sobre todo cuando de salud y bienestar físico y emocional se refiere, es por eso que desde muy pequeñas hay que reforzar su amor propio.
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Esto es vital para que nuestras hijas crezca con una estabilidad emocional totalmente sana y aceptándose tal y como es, sin limitaciones o inseguridades que puedan afectar su futuro.
En este artículo te enseñaremos tres actividades que fortalecerán el amor propio de tu pequeña y afianzarán el lazo madre e hija.
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Tomar clases de baile juntas
Una divertida manera de crear hermosos recuerdos con nuestras hijas puede ser la de aprender a bailar.
Esta actividad no solo cuenta como ejercicio, sino que también nos enseña coordinación y es muy útil para mejorar la autoestima y nos hace más sociables.
Por eso, en vez de inscribir a tu niña en clases de danza o de cualquier otro género, lo mejor es que sean ambas las que lo practiquen y puedan divertirse en el proceso.
Eleva el amor propio de tu niña demostrando atención en cada pequeño logro
Así como corregimos a nuestras hijas cuando comenten algún error o desobediencia, también debemos elogiarlas cuando hacen un buen trabajo.
No nos referimos a felicitarla por una nota alta en la escuela o por un mérito extracurricular, sino hacerle cumplidos de vez en cuando en su vida diaria para que se sienta especial.
Algo tan simple como: “¿Tú sola te arreglaste el cabello? ¡te ves genial!” o un “¡Me encanta cuando usas esa blusa, recuerdo que tú misma la escogiste cuando fuimos de compras” harán que la autoestima de tu niña mejore.
Pues se sentirá apoyada hasta en las cosas más pequeñas, reforzando su confianza en sí misma.
Nada mejor para una buena relación madre e hija que un día de chicas
Dedica un día a la semana para hacer cualquier actividad con tu hija, ya sea pasear por el parque, comer un helado o ir al cine.
Este día se repetirá semana a semana, así ambas lo esperarán con ansias, pues será el momento en que las distracciones del trabajo, la escuela y los quehaceres quedan de lado por un par de horas.
Momento ideal para disfrutar de la compañía mutua y que nuestra hija se sienta amada y valorada.