Salud

“Un autoexamen no nos salva de un diagnóstico, pero si salva vidas” Alexandra Zuluaica sobreviviente

Enfrentarse al diagnóstico de cáncer de mama es una de las experiencias más temidas en nuestra sociedad.

Salir de la consulta del médico con el diagnóstico de cáncer de mama. Aquel bulto que fue notado hace un tiempo se ha convertido en la peor de las pesadillas. No estás sola. Ante una situación así es importante actuar, rodearse del cariño de quienes la rodean y saber que muchas mujeres han pasado por lo mismo. Pero además: muchas mujeres lo han superado.

Alexandra Zuluaica es una de ellas, ha pasado por un cáncer de mama y nos contó que cada persona debe cuidar de su salud. Para eso, es imprescindible la detección temprana.

Conversamos acerca de lo que ha sido su vivencia y como su resiliencia, paciencia y amor le permitieron ser un ejemplo de lucha para muchas mujeres.

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Muchas mujeres tienen miedo de realizarse la mamografía porque creen que es muy dolorosa. ¿Cuéntenos su experiencia?

Si bien muchas mujeres tienen temor frente a la mamografía creo que es uno de los mecanismos mas importantes para la detección temprana. Desde mi experiencia les puedo decir que si, duele un poco, no voy a decir que no. Pero eso es algo pasajero cuando tenemos como prioridad la vida y el cuidado personal; el dolor es momentáneo y queda en un segundo plano, realmente pasa muy rápido, teniendo en cuenta los beneficios de este examen siempre recomendaré hacerlo.

¿Cuándo empezó a realizar sus revisiones y qué edad tenía cuando le detectaron el cáncer?

Desde siempre, yo creo que desde que tenía uso de razón en mi familia me hacían las revisiones periódicas, sobre todo porque en mi familia existen antecedentes, unas de mis tías sufrieron de cáncer de seno, entonces es un tema presente en la familia.

Gracias a ese diagnóstico a tiempo salvamos sus vidas, y es que hacernos un autoexamen no nos salva de un diagnóstico, pero si salva vidas a pesar de las incomodidades y los tratamientos, y eso es lo más importante. Mi diagnóstico de cáncer de seno fue a los 36 años.

¿Cuál fue el tratamiento que se realizó?

Realmente fueron diversos tratamientos, para el cáncer de seno hay varios de ellos, en mi caso fue una cuadrantectomía, luego de ello esa muestra se fue para patología y allí salió contaminada, por lo cual tuvimos que hacer mastectomía radical que es sacar toda la mama completa con vaciamiento axilar de ganglios, después de esto fueron 16 quimioterapias, luego 15 radio terapias y actualmente sigo con hormonoterapia. Pese a que unos sean más fuertes que otros creo que son vitales para sanar. Para mi fueron una bendición.

La calidad de vida es muy importante. ¿Cree que se ha cuidado en su tratamiento esta esfera de la mujer en la cirugía?

La calidad de vida es fundamental, los seres humanos funcionamos como un sistema, donde las diferentes dimensiones están entre conectadas de manera transversal desde lo físico hasta lo mental/energético, cuando alguna de ellas se quiebra alguna de ellas tiende a quebrarse también, entonces creo que siempre va a ser la apuesta por cuidarnos durante el tratamiento para mantener esa esperanza de vida, las emociones son claves en esto.

Pese a que la cirugía afecta la parte emocional creo que hay una parte del amor propio de si nos sacan o no un seno, es importante saber que todas somos valiosas y hermosas a pesar de no tener una, creo que este es un llamado que el mismo cáncer hace para que nos amemos muchísimo.

¿Cómo le afectó el cáncer en la esfera psicológica?

A nivel psicológico, claro, hay miedo, hay temor, porque lamentablemente en el inconsciente colectivo la palabra cáncer significa muerte, cuando no es así, somos muchas las que hemos sobrevivido. Creo que igual es válido sentir algo de temor y angustia. Pero si o si lo más importantes es volverse a levantar y contar con una red de apoyo, en mi caso lo fue la Fundación Avon para las Mujeres. A veces se vale sentirse triste y perder las fuerzas como todo ser humano, creo que lo que no se vale es quedarse abajo y no luchas. Hoy le doy gracias a mi familia y a mis amigos.

¿Cómo se encuentra ahora y qué revisiones está llevando a cabo?

En este momento estoy en controles, tomando hormonoterapia que es algo así como una quimio oral, protege el cuerpo para evitar metástasis, en términos generales muy bien en los controles y exámenes. Pero lo más importantes auto-cuidándome en todas las esferas, disfrutar las pequeñas cosas de la vida y ser feliz.

¿Cómo es la vida después del tratamiento de cáncer de seno?

Mi vida cambio totalmente, un giro de 180 grados, a pesar de todo fue un gran maestro, me enseño que en la vida se vale apostarle al amor, a ir un poco más liviana de equipaje, apostarle a vivir en el sendero de la felicidad a pesar de los momentos difíciles.

Y cambiar mi carrera profesional para dejar atrás a la empresa privada y ser independiente, a llevar mis mensajes de amor, de residencia, de amor, de esperanza a través de mis conferencias y mi libro “Cartas a través del seno de mi padre”, y a través del acompañamiento como psicóloga que realizo a las pacientes que están atravesando el mismo proceso, en general me mostró el camino y el propósito de mi vida.

¿Qué le aconsejaría a otras mujeres?

Les recomendaría varias cosas, la primera amarse, cuando tenemos esa conciencia de amarnos aun con todas nuestras sombras, soltando lo que tenga que soltar, sabemos que nadie más no va a dar el valor como nosotros mismas y darnos ese respeto, cuando nosotras nos amamos el resto nos ama.

Todos tenemos muchas por sanar, pero es normal, de ahí la importancia de soltar. Bueno aparte de ello cuidase mucho en todo, también autoexplorarse, hacerse la mamografía para así poder reconocer las señales. Una detección temprana salva vidas. Un signo de alerta no significa cáncer, pero si nos dice ve chequéate, sé que muchas mujeres no lo hacen por miedo. Pero la invitación es romper ese miedo y cuidarnos entre todas.

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