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La ‘virginidad’ NO existe y es momento de dejar de creer que nuestro valor depende de ello

La actriz Martha Higareda se convirtió en blanco de burlas tras confesar que perdió la virginidad “demasiado tarde”

El concepto de virginidad se originó como una forma de describir la pureza de una mujer antes de casarse y aunque también los hombres sufren de la presión de dejar de ser vírgenes a cierta edad, es claro que somos nosotras quienes cargamos con ese peso de muchas formas.

Recientemente la actriz Martha Higareda confesó en una entrevista con Yordi Rosado que dejó de ser virgen a los 24 años, causando asombro en él y en sus seguidores.

“Martha es muy conservadora pero al mismo tiempo tienes tu sensualidad muy abierta, muy linda y la has disfrutado mucho”, le dice Yordi, quien aseguró estar siempre muy expuesto a temas de sexualidad, a diferencia de ella.

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La actriz explicó que su mamá siempre la educó junto a su hermana para que no se dejaran llevar por “la necesidad” de gustarle a los niños y que siempre debían darse a respetar.

“Me decía: ‘Va empezar una edad en que los niños te va a querer dar besos, te van a querer tocar una bubi y para eso te van a empezar a dar muchísimos piropos. Entonces nos decía a mi hermana y a mí: ustedes dos sepan que ustedes son bonitas, no necesitan que un niño les diga. Ustedes tienen que saberlo por dentro. Como para que nunca nos prestáramos a este tipo de cosas por la necesidad que te halaguen. SIempre fue muy de “darse a respetar”,

—  aseveró la actriz

De inmediato, Yordi puso sobre la mesa el tema de la virginidad.

“Yo crecí super conservadora”, dice Martha y de inmediato, Yordi hizo referencia a su virginidad. “Pero conservadora qué, ¿perdiste tu virginidad como a los 16...los 18?″. “No Yordi. Cállate no...como a los 24″, responde la actriz.

Para Martha, uno de los momentos más abrumadores fue cuando protagonizó la película “Amar te duele”, pues no había vivido nada por lo que “Renata” pasó en la historia.

Confesó que entonces se puso a ver películas para saber qué tenía que hacer en las escenas más eróticas y que los únicos que sabían su “situación” era Luis Fernando Peña y las maquillistas. “Era yo enfrentándome a mi misma frente al espejo…Luis Fernando es un tipazo”.

Esto hizo que de inmediato en redes sociales comenzaran a burlarse y a cuestionarla ya que muchos no podían creer que alguien como Martha “perdiera” su virginidad “tan tarde”.

“Ósea todos le vimos las shishis antes que un novio?”. “Ay no te creo hermana, perdóname pero no”. “Ay aja pero qué tal andaba enseñando todo en sus películas desde antes”. “Tan tarde Martita??”, “Ahora resulta que es la virgen María”. “No pues yo desde los 15, le gané jajaja”, se lee en redes sociales.

Además, la actriz reveló que tras la escena de cama se sintió más vulnerable que nunca pues había sido su primer “experiencia” de ese tipo. Agregó que la producción le dijo que cuando llegó era una niña, pero que su actitud cambió la de “una mujer” después de eso . “Todos me dijeron que cambié, que entró una niña al set y al día siguiente una mujer”.

La virginidad es un concepto social y nuestro valor no depende de ello

La sexualidad no es una competencia. Nadie tendría por qué sentirse mejor o peor dependiendo de la edad en la que tuvo su primer relación sexual. Tampoco se debería de cuestionar a una mujer por decidir esperar o por la cantidad de parejas sexuales que haya tenido. Cada una tiene sus propios ideales y es momento de dejar de presionar para que se cumplan estándares sociales absurdos.

El concepto de virginidad afecta de muchas maneras la forma en que vemos el sexo y promueve situaciones que pueden ser dañinas y peligrosas. Además, agrega un sentido de vergüenza o culpa al hecho de tener relaciones sexuales o no tenerlas.

Si tenemos relaciones sexuales antes, somos “demasiado jóvenes”, si las tenemos en las primeras citas, entonces es “demasiado pronto”. Pero si decidimos esperar entonces somos “demasiado conservadoras” y si no las tenemos somos “demasiado aburridas o extrañas”. ¡Nunca podremos hacerlo bien! Esto da como resultado que nos sintamos avergonzadas una y otra vez y que encima, el resto nos señale.

Si algo tenemos que entender es que no tenemos por qué seguir esas normas que hacen que tomemos decisiones basadas en expectativas ajenas.

¡Ni siquiera es una cuestión biológica! No hay “señales” o “pistas” biológicas de que alguien tenga o no tenga relaciones sexuales. Es completamente una construcción social creada para avergonzar a las mujeres sobre lo que hacemos con nuestro cuerpo.

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