En Chile, aproximadamente, mueren 1.800 personas cada año por suicidio, de acuerdo a cifras del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), entidad que califica estas muertes como lesiones autoinfligidas intencionalmente.
A pesar de que el año 2020 hubo una baja, contabilizándose 1.590 casos, las consultas por suicidio e intento de suicidio han aumentado considerablemente durante la pandemia de Covid-19, ya que la salud mental se ha visto muy afectada.
En este periodo ha habido un aumento de cuadros de ansiedad, depresión y violencia intrafamiliar, así como también de descompensaciones de enfermedades psiquiátricas previas e incremento de consumo de alcohol o drogas. El suicidio es uno de los temas que los especialistas también han considerado como posible consecuencia de esta pandemia.
«El aislamiento que hemos vivido durante las cuarentenas puede gatillar enfermedades de salud mental que deriven en ideas o intentos suicidas, por lo que debemos estar muy atentos a ciertas señales para consultar a tiempo y prevenirlo», explica el psiquiatra de Clínica Universidad de los Andes, Francisco Bustamante.
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, iniciativa que busca dar a conocer señales de alerta y las herramientas necesarias para que toda la población esté atenta.
El especialista afirma que es muy importante contar con las herramientas para evitar y tratar enfermedades de salud mental que puedan derivar en suicidio, y para obtener ayuda adecuada y oportuna; también para estar atentos a las señales que pueda entregar una persona que esté pensando en tomar esta decisión.
Día Mundial para la Prevención del Suicidio: ¿Cómo reconocer estas señales?
El doctor Bustamante explica que entre las más comunes están:
- Baja en el rendimiento laboral o escolar
- Aislamiento
- Cambios de humor
- Consumo de alcohol o drogas
- Deseos de hacerse daño o de morirse
El especialista agrega que cuando se identifica a una persona que puede estar desarrollando ideas suicidas, se debe:
- Estar especialmente alertas a identificar el peligro de suicidio frente a personas con trastornos psiquiátricos, y en particular a quienes padecen depresión, trastorno bipolar, alcoholismo o esquizofrenia.
- Hacer seguimiento de las personas que han cometido intentos de suicidio o presentado ideación suicida.
- Reducir el acceso a los medios para suicidarse de las personas en riesgo (medicamentos, armas de fuego, etc.).
- Buscar ayuda especializada.
«Al detectar un posible caso, se sigue un protocolo de atención que consiste en cuantificar el nivel de riesgo: leve, moderado o severo. En este último caso, son hospitalizados. De lo contrario, quedan bajo cuidado de un adulto, con apoyo de un psiquiatra», explica Bustamante.
Una vez que la persona ya está estabilizada, se inicia otra intervención para identificar y tratar la causa que los llevó al riesgo suicida, como disfunciones familiares o antecedentes de trastornos psiquiátricos. «Es importante recalcar que las muertes por suicidio se pueden prevenir y ese es el mensaje principal de este día mundial de prevención del suicidio», agrega el médico de la Clínica Universidad de los Andes.