Algunos gritan, lloran y hasta se desmayan cuando tienen que recibir una inyección. Pero esto correspondería a una fobia desarrollada en la niñez.
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¿Cuál es esta fobia?
La tripanofobia es el miedo irracional a las inyecciones y las agujas. Sus síntomas habitualmente no revisten gravedad, pero esta fobia puede llegar a poner en peligro la salud de quienes la sufren al momento de vacunarse.
Un estudio realizado por la Universidad de Michigan estima que el 10% de la población padece tripanofobia en mayor o menor medida, en esta investigación también se determinó que los hombres son quienes tienen mayor miedo y ansiedad cuando se enfrentan a esta situación.
¿De donde nace este miedo?
Una de las causas en el desarrollo de este temor se encuentra precisamente en traumas y malas experiencias con las inyecciones, sufridos durante la niñez que, posteriormente acaban generando un miedo inconsciente en la adultez.
¿Qué síntomas siente una persona con miedo a las inyecciones?
Hay algunos síntomas que se desencadenan cuando tienes que ponerte una inyección o someterte a un análisis de rutina. Los mas leves son la sensación de ansiedad, la angustia o confusión. Pero también existen miedos mucho más graves, como los mareos, los desmayos, las náuseas, la aceleración incontrolable del ritmo cardíaco o los ataques de pánico.
¿Cómo puedo superar esta fobia?
Empezar por los niños es un paso muy importante ya que es donde comienzan a formarse los miedos y fobias. Por eso, hacer un trabajo adecuado con los más pequeños evitará traumas a futuro.
Se recomienda no utilizar las inyecciones como amenaza, ser comprensivos, no llevar a los menores engañados a vacunarse, distraerlos en el momento de la inyección para que no piensen en la jeringa y no menospreciar sus miedos ni hacerlos sentir pequeños por tenerlos.
Como en todo aspecto de la crianza, es importantísima la empatía y el saber acompañar al menor en sus miedos, dándole nuestro apoyo y ofreciéndole nuestra calma y seguridad.