La píldora del día después se ha convertido en una aliada para frenar los embarazos no deseados, sin embargo, su uso se ha salido de control debido a la poca importancia que le dan a sus efectos secundarios.
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Según la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (ENADID) durante 2018, el 78 % de las mexicanas conoce este método como prevención de embarazos no deseados.
El confinamiento por COVID-19 podría ser causante de al menos 100 embarazos no deseados, según Gabriela Rodríguez, secretaria general del Consejo Nacional de Población (CONAPO).

A lo largo del tiempo se ha mencionado que algunas mujeres lo consumen entre tres y cuatro veces al mes.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no recomienda su uso desenfrenado, pues disminuye su eficacia, y se puede presentar manchado mestrual.
Otro de los síntomas que se pueden presentar son: variaciones en el cliclo menstrual, vómito, dolor de cabeza, dolor en las mamas, mareo y fatiga.
La píldora del día siguiente y sus mitos
Su uso es de emergencia y si bien es cierto te resguarda de un embarazo no previene las enfermedades de transmisión sexual, no es eficaz si ya se está embarazada y tampoco se interrumpe el embarazo tras su uso.
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Algunos de los grandes mitos que se han extendido sobre la pastilla es que puede provocar un efecto congénito en la formación del feto durante un posterior embarazo, que incrementa el riesgo de contraer cáncer de mama. o que puede producir un embarazo ectópico.
La Secretaría de Salud derribó estos relatos asegurando que no existen evidencias científicas e incidencias médicas que confirmen ninguna de las teorías anteriores.
Otro de los métodos anticonceptivos más utilizados en México es el preservativo o condón.

El IMSS informó que su porcentaje de efectividad es de 85 % y 95 % para prevenir el embarazo, además, previene de las enfermedades sexuales.