A veces nos quedamos con alguien por miedo a la soledad; preferimos conformarnos con lo que ya conocemos aún cuando sabemos que no nos está haciendo bien. Pero piénsalo bien: ¿cuándo fue la última vez que te sentiste realmente tranquila estando cerca de cierta persona?
Todas en algún momento hemos sacrificado nuestra paz mental para sentirnos parte de algo pero hoy más que nunca es momento de entender que no tenemos por qué estar persiguiendo a quien no quiere quedarse.
Uno de los momentos más incómodos de la vida es darte cuenta que alguien no te corresponde como quieres pero a veces, estamos tan temerosas de lo que hay fuera de eso, que nos aferramos más y más.
Conforme pasa el tiempo, estar donde no están dispuestos a amarnos como merecemos, se vuelve desgastante y doloroso.
La vida es bastante complicada como para complicarnos más, especialmente con alguien que no quiere quedarse. No importa cuánto trates, no puedes forzar a nadie a hacer algo que no le nace. Y no es que haya algo malo contigo, simplemente es algo que “no está destinado a ser”.
Jamás sacrifiques tu paz mental por perseguir a quien no quiere quedarse.
Soltar no es fácil, pero es un proceso por el que todas tenemos que pasar cuando una relación no está funcionando. Dar ese paso fuera es de valientes pero es necesario por tu paz mental.
No importa cuánto amemos o nos amen, no podemos retener a nadie. No podemos obligar a que sean como queramos ni tampoco a que se queden por siempre.
No te aferres por comodidad, ni por miedo a lo desconocido. Deja de perseguir y rogar y aprende a dejar ir aquello que no te hace bien.
Cuando priorizas tu paz mental entiendes que mereces más de lo que te ofrece un amor a medias. Así que es momento de dejar ir todo aquello que te provoca malestar, aquello que te hace dudar de lo grandiosa que eres y que no te permite mostrar tus capacidades.
No te conformes con ser “casi feliz”. No vale la pena sacrificar tu tiempo en algo que no te satisface.
Quedarte con aquello que no te hace feliz es perder la oportunidad de explorar nuevos horizontes que te permitan crecer.
Cuando tienes que perseguir o preguntar constantemente si te quieren entonces estás sacrificando esa paz mental que podrías tener fuera de esa relación.
Existe una delgada línea entre luchar para mejorar y dejar ir para recuperar tu felicidad, aunque es muy fácil confundirse con el hecho de obligar a alguien a quedarse.
Si es real, no tendrás que forzarlo. No te despertarás todos los días sintiendo que tienes que hacer un inmenso esfuerzo o sacrificio para que esa persona se quede un poco más.
Aprende a ser feliz contigo misma y encontrarás el amor que tanto buscas.
La realidad para que encuentres el amor que tanto buscas, primero debes estar bien contigo misma. No hay nada más poderoso que amarte a ti misma porque eso te abre más puertas de las que te imaginas, incluso otras que van más allá de encontrar una pareja.
No es egoísta pensar en hacer lo que te hace feliz. No es egoísta decir que “no” cuando te sientes con ganas de algo. No es egoísta alejarte un poco ni tampoco querer un espacio a solas para respirar de lo que te agobia.
Aunque puede resultar incómodo, pronto descubrirás lo grandiosa que puede ser la vida cuando te vuelves tu prioridad.
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