Las personas, tendemos muchas veces a no saber controlar nuestros pensamientos, ni a diferenciar nuestros deseos de necesidades, lo que conlleva muchas veces a la ansiedad.
Muchos psicólogos, recomiendan el autorregistro, para aprender a manejarla, según explica a web de psicología amadag.
Esta técnica, fue diseñada por Alber Ellis, quien diseñó el modelo A-B-C, en el se resume que no son los acontecimientos (A) lo que provocan los estados de ánimo (C) sino que son las interpretaciones que hacemos de los acontecimientos (B) los que producen en nosotros que nos sintamos de una manera u otra.
¿A qué es debido esto si los acontecimientos son los mismos? La solución, sostienen los expertos, está en la fuerza de nuestros pensamientos e interpretaciones.
El autorregistro para la ansiedad nos ayuda a autobservarnos y ser conscientes de lo que sucede en nuestra mente sin que pase desapercibido.
Esto significa, poner nuestros pensamientos sobre un papel que nos ayuda a poder reflexionar sobre ellos y cuestionarnos si aquello que estamos pensando es real o si definitivamente forman parte del elenco de las distorsiones cognitivas.
Las distorsiones cognitivas, son unas interpretaciones erróneas de la realidad que llevan a la persona a percibir el mundo de manera poco objetiva y además son disfuncionales.
Se presentan en forma de pensamientos automáticos y rumiantes y desencadenan emociones negativas que dan lugar a conductas no deseadas.
Se recomienda escribir la situación en la que sucedió aquello que te disgustó, luego lo que sentiste, después describir tus emociones y por último cual fue tu conducta.
Viendo por escrito tu análisis, te resultará mucho más fácil comprobar si tus pensamientos siguen una línea funcional.
Por lo tanto, el autorregistro, es el paso previo para poder modificar la forma que tenemos de interpretar de manera distorsionada las diferentes situaciones y nos hace más consciente de los pensamientos automáticos para poder modificarlos mediante distintas técnicas por otros más realistas y adaptativos.
