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A los que no perdonamos : dentro de la mente de los violadores

En una entrevista con Nueva Mujer, una criminóloga, un neurólogo y una psicóloga experta en abuso sexual infantil, develan datos sobre cómo piensan los depredadores.

mente de un violador Instagram

Según un informe de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) publicado en 2019, avalado por el Sistema Nacional de Estadísticas Criminal, entre 2008 y 2018 las violaciones presentaron un crecimiento de 23%, en Argentina.

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El mismo estudio registró que  9 de cada 10 víctimas de violencia sexual son mujeres y un 40% son menores de edad.

Asimismo, el Ministerio de Justicia confirmó que durante el aislamiento preventivo obligatorio, el crecimiento de llamadas por violencia familiar aumentó a un 28% y la denuncia por abusos sexuales, un 13%.

Otro fenómeno sobre el cual alertaron las autoridades fue un aumento exponencial durante la cuarentena de 267% en los casos de niños y niñas violentados en un entorno digital, ya sea por grooming y/o utilización de imágenes pornográficas.

Al comprobar estos datos y prácticamente todos los días escuchar o leer que una mujer o menor ha sido violada, asesinada o abusada, la reacción general es la ira, la rabia contra la persona y la incomprensión ante ese hecho de maldad.

Para la sociedad, la violación, encarna los peores estigmas, representa la bajeza más execrable que se puede cometer, solo por debajo del abuso sexual a menores.

Con ello, cabe preguntarse, qué es lo que pasa por la cabeza de un depredador sexual.

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«Estudios del FBI demuestran que la mayoría de los agresores tienen entre 21 y 30 años, la mayoría no tienen un trabajo cualificado y solo estuvieron escolarizados un 20%», asevera Olga Haydee Fernández Chávez, Licenciada en criminalística , con posgrado en criminología y experta universitaria en Violencia de Género.

La criminóloga, añade que en cuanto a la motivación hay tres grupos principales:

Uno de ellos, es el violador por «venganza», quien viola para «expresar su rabia y dañar a a víctima», que habitualmente es su pareja o madre. Este tipo de violadores, escogen a víctimas parecidas a las mujeres que odian.

En segundo lugar, se encuentra el violador «impulsivo», cuya intención principal no era la violación, pero se aprovecha ante las circunstancias, como por ejemplo un robo.

Por otra parte, está el bloque más peligroso, aquel que embarca a los violadores «sádicos». Su único propósito es dañar y lastimar a la víctima.

Fernández Chávez, expuso que «los delincuentes sexuales de adultos tienen un peor pronóstico de adaptación que los abusadores infantiles».

«La inestabilidad emocional, la impulsividad, y la dificultad para valorar las consecuencias de sus actos que los caracteriza, deben ser el foco del tratamiento», asevera.

No hay que obviar, lo que en estos últimos años se ha agravado y son las violaciones en manada.

Para la especialista, actúan según psicología de masas, donde la mayoría aplaude y vitorea el acto, normalmente empezado por un líder.

PSICÓPATA, ¿NACE O SE HACE?

A todo esto, surge la incógnita de si los violadores actúan por deseo sexual y tanto la criminóloga como Melchor Rodrigo, médico neurólogo especialista en neuroinmunología.

«Para  el violador, más que un acto sexual es una agresión relacionada con el control, con ganar. Tiene que ver con el machismo, pero tiene que ver masa con psicopatía», manifiesta Rodrigo y agrega que «en el acto de abuso no actúan las hormonas».

El doctor, asegura que el desorden que presentan los violadores, es la psicopatía, que representa a aquellos que saben muy bien lo que hacen, pero las personas son meros objetos y no experimentan remordimientos.

Al consultarle a Melchor, si los violadores en manada o aquellos que han sido abusados sexualmente de niños, son unos psicópatas, su respuesta fue un tajante sí.

«Una persona normal, tenga la edad que tenga no entra en eso», afirmó y sostuvo que «para abusar» aunque se haya sido abusado, «tiene q haber una predisposición genética de psicopatía», por lo que serían inexcusables que los violadores procedan de entornos disfuncionales.

El neurólogo, señaló tres conductas que pueden indicar rasgos psicopáticos en los niños: una de ella es el maltrato a animales, otra a fascinación por el fuego y la enuresis (orinarse en la cama cuando se ha pasado cierta edad).

PEDERASTIA

Laura Mariana Fernández,(m.p 82864), psicóloga y terapeuta infanto juvenil, diplomada en maltrato y abuso sexual en la infancia  y psicóloga forense, subraya la diferencia entre un pedófilo y un pederasta y entre los depredadores infantiles y de adultos.

«La pedofilia es una forma de parafilia, que consiste en la excitación y fantasías sexuales con niños y el pederasta es el que concreta esas fantasías, si bien un pedófilo puede ser un agresor sexual, el que sin dudarlo es el pederasta y ese agresor sexual que si bien comparte con otros agresores sexuales rasgos psicopáticos y la falta de empatía,  los pederastas buscan la gratificación mediante dominación y el poder, para lograr la anulación del niño, en tanto sujeto «, define.

La psicóloga, cuenta que los pederastas «suelen acercarse a la víctima en la primera fase del abuso a través de la seducción, siendo amables y logrando ganarse la confianza del niño, quien por su madurez psicosexual se encuentra vulnerable y buscan llevarlos desde esa seducción y confusión hasta el abuso, propiamente dicho».

CORTEZA PREFRONTAL

La corteza prefrontal, pertenece al lóbulo frontal del cerebro.

Esta, desempeña un papel importante en la integración de la información sensorial y como motor de acceso y regulación de la función y acción intelectual, es decir, también ayuda a distinguir los comportamientos apropiados y los que no.

Pese a que se ha examinado el cerebro de muchos asesinos y eraa igual al de personas sin psicopatía, la corteza prefrontal juega un papel muy importante en la toma de decisiones.

En algunos casos, se ha demostrado que agresores sexuales presentaban daños en esa parte, debido a maltratos o golpes.

«Hay varias estudios y comprobaron varias lesiones en la corteza prefrontal que estaba relacionada con los violadores por ejemplo, un estudio de la revista BMCNeurosci del año 2016,  halló anomalías en la conectividad de la materia blanca.», sostiene Olga, aunque no cree que sea un factor determinante.

«La corteza prefrontal es el filtro, a los individuos que se les dice frontalizados, funciona menos, pero no necesariamente una personaa que tenga una lesión allí va a ser un violador, lo que es que  sí son más delictivos y hablan sin filtros», aclara el neurólogo quien además recuerda que se ha analizado cerebros de algunos de los psicópatas más grandes de la Historia y no se detectó nada distinto al de una persona neurótica (aquellas que llamamos ‘normales’).

 

PORNOGRAFÍA

La pornografía legal, aquella que encontramos en anuncios, en spam o en innumerables páginas de internet, podría ser un aliciente para los psicópatas con fantasías sexuales sádicas.

«Hay un libro de sexología, He comes next, que mencionaba que la pornografía ha alimentado mucho la fantasía a los hombres y ahora hoy en día en una computadora la tienes. Muchos sexólogos dicen que las mujeres tenemos esa fantasía de sumisión u otras fantasías que no verbalizan por el tema de los prejuicios previos, y el hombre de dominar. El tema de la pornografía es que lo desdibuja y no está hecha para la satisfacción de la mujer. No hay tanta pornografía que esté tan enfocada hacia ellas. Hay investigadores que sostienen mucho que la violencia machista está relacionada con la pornografía tal como la Dra. Diana Russell en su libro Contra la pornografía: la evidencia del daño, data Olga.

Los pederastas, tienen sus propios grupos y han de ser más cuidadosos a la hora de navegar por Internet, donde allí compran fotografías o videos con criptomonedas.

Laura, menciona que gracias a la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en el ámbito educativo ha habido un significativo incremento de las develaciones de abuso por parte de niños».

«La ESI es hoy una parte fundamental en l prevención y el abordaje del abuso sexual en la infancia que permite educar a los niños pequeños con una concepción sana de la sexualidad», reitera.

Lo que es evidente es que la psicopatía es «esa caja negra» , como la califica Rodrigo, de la que se ha escrito mucho, pero se ha tratado poco. No hay medicación específica para los psicópatas o narcisistas y la única (y controvertida) opción para los depredadores, es la castración química, legalizada en algunos países pero en otros no.

Por ende, cabe aferrarse a vigilar y a tratar a los infantes ciñéndose a esa Ley tan importante en Argentina que menciona la psicóloga, y estar atentos a las señales.

«Ignorar al mal es convertirse en cómplice de él», dijo Martin Luther King.

 

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