La vida es demasiado complicada y quien diga que no, está mintiendo. Sí, algunos tienen las cosas un poco más fáciles, otros no tanto; he ahí el dicho «todos estamos en el mismo mar, más no en el mismo barco». De una u otra forma, cada quien está enfrentando su propia tormenta. cada quien está luchando sus propias batallas. Así que no juzgues ni dejes que nadie critique tu forma de navegar.
PUBLICIDAD
Nadie sabe por lo que estás pasando y no tienes ninguna obligación de contarles los detalles. Es tu batalla y sólo tú sabes qué tanto te afecta.
El dolor no es igual para todos. Hay quienes no pueden ocultar la tristeza o la ira pero también quienes son capaces de sonreír, aún cuando sufren por dentro. Nadie nunca sabe lo que pasa por la mente del otro ni tampoco lo que está sintiendo su corazón.
Nadie tiene por qué juzgarte así que ignora las críticas de quien no conoce tus batallas. El hecho de que ellos no lloren ante cierto acontecimiento, no significa que tú no puedas hacerlo.
TAMBIÉN LEE: Lo duro de crecer con una mamá demasiado crítica
Si algo te produce malestar, está permitido que llores o que grites; no hay un manual que diga cómo debes sentirte.
Algunos tienen mayor facilidad para sobreponerse de una vivencia dolorosa pero quizá para ti, algo tan «simple» sea una batalla agotadora. No dejes que te critiquen por tu forma de sentir.
Tus sentimientos son muy válidos, no los reprimas por quienes no entienden lo que pasa en tu corazón.
No tienes que dar explicaciones; cuando te sientas señalada, ignorarlos es la mejor forma de callarlos. Porque hay quienes no entienden el dolor ajeno y sólo terminan sumando más malestar.
PUBLICIDAD
TAMBIÉN LEE: Ansiedad y estrés en niños en tiempos de pandemia
Hay corazones que son más frágiles que otros y mentes más susceptibles que otras. No es debilidad, sólo es nuestra condición mortal la que nos hace actuar y reaccionar de diferentes maneras ante el dolor.
Rodéate de quienes sin decir nada, te hagan sentir segura. Quienes respetan tu dolor, entienden que cada quien tiene sus propias batallas. Ignora a los necios pero tampoco te aisles. Siempre habrá quien te demuestre que está dispuesto a tomar tu mano cuando lo necesites.
Te recomendamos en video