Estar encerradas en casa provoca que rompamos la rutina. Ir al gimnasio ya no es una opción y muchas veces terminamos abriendo el frigorífico y comiendo «sólo porque sí». Sin embargo, la cuarentena es un momento ideal para mantenerte en forma, sin necesidad de esforzarte demasiado.
A lo largo de estos días, hemos escuchado que hacer yoga es ideal para calmar los nervios y la ansiedad del encierro, al mismo tiempo que moldeas tu figura y ayudas al buen funcionamiento de tu organismo.
Pero si no eres experta o apenas estás intentando, estas posiciones de principiantes son ideales ¡y ni siquiera tienes que salir de la cama!
Cada pose debe mantenerse entre 3 y 5 minutos pero recuerda escuchar a tu cuerpo y no forzarlo de más si no te sientes cómoda. Aún así, toda rutina requiere un poco de esfuerzo extra así que procura ser constante para ir avanzando.
Postura de pez
El pez es una postura de yoga en la que debes doblar hacia atrás, abriendo el pecho, la garganta y el abdomen. Esta postura no sólo es buena para la digestión, sino que puede ayudar con la ansiedad y abrir el pecho y las caderas, si se completa con las plantas de los pies juntas y las rodillas a un lado.
Media rueda
Esta postura aumentará la flexibilidad en tu columna vertebral y hombros mientras tonificas tus muslos.
Acuéstate de espaldas con las rodillas dobladas y los pies plantados lo más cerca posible de tus glúteos. Presiona tus pies y hombros y levanta tus caderas en el aire, soportando tu peso colocando tus manos en tu espalda baja. Quédate así por cinco respiraciones.
Cobra
Esta postura se siente muy bien en la espalda, el pecho y los abdominales.
Acuéstate sobre tu vientre, colocando tus antebrazos en la cama de modo que tus codos queden debajo de tus hombros. Si se siente bien, levanta los codos de la cama.
Mantén las caderas apoyadas en la cama mientras presionas suavemente el pecho lejos de las manos.
Trata de mantener los hombros lejos de las orejas, alargando el cuello. Mira hacia el frente o baja la cabeza hacia atrás entre los omóplatos para profundizar el estiramiento.
Quédate en esa posición por cinco respiraciones y luego baja el torso a la cama.
Pose de niño
Esta pose es más de relajación. Permite llevar tu conciencia hacia adentro y también libera tensión en la parte baja de la espalda.
Dobla las rodillas y siéntate sobre los talones con las espinillas apoyadas en la cama.
Dobla hacia adelante sobre tus muslos y relájate por completo, ya sea con los brazos por las piernas o extendidos frente a ti.
Quédate así el tiempo que desees y cuando estés lista para salir, siéntese suavemente. No olvides hacer respiraciones lentas.
Rodillas al pecho
Acuéstate boca arriba, doblando las rodillas contra el pecho y juntando las manos alrededor de ambas espinillas.
Tira suavemente hacia abajo para aumentar el estiramiento en la espalda baja. Asiente con la cabeza de lado a lado. Puedes tratar de girar un poco el torso para llevar las rodillas hacia el lado izquiero y después al lado derecho.
Quédate en esta pose durante cinco respiraciones.
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