Hinchazón, cólicos, meteorismo, diarrea y dolor abdominal son síntomas del colon irritable o síndrome del intestino irritable, que se da en muchas personas, ya sea de manera transitoria o crónica.
Esta enfermedad tiene múltiples causas. Puede producirse por factores genéticos, inflamación del intestino, alteración en el microbiota intestinal y factores ambientales, entre otros. Dentro de estos últimos, uno de los posibles desencadenantes es el estrés, que gatilla molestias cuando se pasa por momentos difíciles. Asimismo, algunos alimentos pueden provocar síntomas digestivos en personas susceptibles y, de acuerdo a sus siglas en inglés, se conocen como FODMAPs.
Al respecto, la gastroenteróloga de Clínica Universidad de los Andes, Tatiana Vujcic, explica que corresponden a carbohidratos no absorbibles altamente fermentables por las bacterias intestinales, por lo que se deben evitar.
¿Cuáles son y dónde se encuentran?
Lactosa
En las personas con malabsorción de lactosa, esta azúcar de la leche puede generar la formación de gases por las bacterias intestinales.
Fructosa
Productos procesados y algunas frutas deshidratas o en estado natural, como manzanas, mango, sandía y peras, contienen altos niveles de fructosa, que puede gatillar gases y otros síntomas. También se encuentra en jugos de fruta, edulcorantes basados en fructosa o jarabe de maíz, y en la miel.
Fructanos
Si bien corresponde a fibra soluble (saludable), algunas personas son sensibles y pueden manifestar síntomas como hinchazón luego de ingerirlo. Esto, porque el cuerpo no puede digerirlo, llega al intestino y las bacterias lo fermentan. Están presentes en verduras como puerros, ajo, cebolla, espárragos, brócoli, berenjena, alcachofa y repollo. También se encuentra en cereales como trigo y centeno, y en frutas como sandía, pomelo, pasas, chirimoya y caqui.
Galactanos
En algunas legumbres como porotos, habas y soya.
Polioles
Presentes en verduras como coliflor, champiñones y pimiento; en frutas como palta, cereza, ciruela, sandía, manzana, damasco y durazno. También en ciertos edulcorantes.
¿Cómo afecta la ingesta de estos alimentos?
Todo depende de cada persona. Algunas pueden no sentir molestia, mientras que otras sufren con uno o varios alimentos. Los principales síntomas son presencia de gases, hinchazón y dolor abdominal, cólicos, diarrea, estreñimiento, entre otros.
«Si bien esta dieta sin FODMAPs puede aliviar varias de las molestias abdominales, no debe durar más de seis semanas, ya que su seguridad nutricional no está demostrada. Si los síntomas mejoran sustancialmente luego de este periodo, se sugiere una reintroducción gradual y ordenada según el tipo de carbohidrato, para así detectar los alimentos más problemáticos», señala la especialista.
Para evitar las molestias del colon irritable a largo plazo, Vujcic recomienda:
- Mantener hábitos de vida saludable
- Alimentación balanceada
- Hacer ejercicio al menos tres veces por semana
- Consumir líquidos, de preferencia agua
- Hacer actividades que uno disfrute
Es importante no realizarse un autodiagnóstico y acudir a un especialista para confirmar el síndrome de intestino irritable y descartar otras enfermedades que pudiesen dar síntomas similares, para lo que hay que realizar pruebas más exhaustivas. «Además hay que hacerse siempre un chequeo digestivo completo, el que incluye una ecografía abdominal para control del hígado y vesícula biliar, endoscopía digestiva alta desde los 40 años para control de esófago, estómago y duodeno, y colonoscopía desde los 45 años para control de colon», señala la especialista.
«Son exámenes preventivos cuyo objetivo es detectar precozmente lesiones premalignas que puedan derivar en algún cáncer digestivo a futuro. Realizar los exámenes previos a los rangos de edad mencionados se determina según los antecedentes familiares de cáncer digestivo o síntomas de alarma en la historia clínica de la persona», agrega.