Aunque amamos a nuestras madres somos quienes las conocemos más que nadie. Sabemos cuáles son sus mayores cualidades, pero también somos conscientes de sus defectos.
Seguramente tenemos una enorme lista de todo lo que admiramos de ellas y queremos replicar. Sin embargo, también juramos nunca caer en los errores que vimos por tanto tiempo.
¿El problema? Alejarte de los comportamientos que te formaron y con los que creciste es mucho más complicado de lo que parece. La situación es tan común que los científicos se propusieron investigar qué sucede con las actitudes que replicamos.
Fue el doctor Julian De Silva quien realizó una investigación; las mujeres tendrán conductas muy similares a las de sus madres cuando cumplan 33 y los hombres a las de sus padres a esa misma edad.
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Así lo indicó un estudio
Se tomó como voluntarios a dos mil personas (hombres y mujeres). Fueron encuestados confesando así que al cumplir 30 años notaron cómo habían desarrollado comportamientos muy similares a los de sus madres o padres.
De esta forma el doctor Julian aseguró que es inevitable adoptar varios rasgos de comportamientos de nuestros padres. La edad promedio de los voluntarios fue 33 años, siendo así ésta la media.
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