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Estar soltera no significa que te falte “tu otra mitad”, eres completa por ti misma

Estar soltera no tiene por qué ser una maldición

Los libros, las películas y en general la industria del entretenimiento nos han vendido la idea del amor romántico como algo que te completa y que te hace exitosa. Nos han hecho creer que estar soltera es una especie de maldición y que si no encontramos a nuestra «media naranja», viviremos con ese vacío por el resto de nuestras vidas.

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Pero, ¿realmente necesitas de alguien más para sentirte plena y feliz? ¿Tu media naranja  es lo que se define como «amor verdadero» o es sólo la que llega a recordarte todo lo que te hace falta y ahora tienes por su simple presencia?

Las expectativas que formamos ante nuestra pareja y las creencias irracionales que acompañan al amor pueden provocar una gran ansiedad y crear muchas decepciones. Vivir buscando a esa mitad y no encontrarla al cuando todos los demás parecen hacerlo, hace que cuestiones si has perdido la oportunidad de ser feliz o si mereces amor.  Pero te diré algo: mereces el amor más bonito pero ese amor no tiene que llegar para completarte porque ya eres un ser completo.

No hay que buscar amor como si te faltase algo. No hay que estar con alguien sólo para llenar vacíos. A la larga, esto provoca que perdamos de vista lo que somos y lo que valemos como personas.

La búsqueda del amor no tiene que ser una búsqueda para encontrar quiénes somos sino de encontrar a alguien con quien podamos crecer juntos pero también por separado, como dos seres distintos y únicos. Nadie tiene que ser la «mitad» del otro como si eso fuera a completar un rompecabezas.

No busques ser la «otra mitad» de alguien, como si no estuvieras completa por ti misma porque eso solo te hará sentir que estás para llenar vacíos. No busques una mitad como si se tratase de un objeto que te pertenece o como si solo quisieras tapar la soledad en la que crees estar sumergida.

Tu «media naranja» no te completa, nadie podría hacerlo. Ningún hombre o mujer, sin importar cuán explosiva sea la química sexual y emocional que tengan. No hay dos personas hechas para terminarse el uno al otro, a menos de que seas una torre de Jenga que depende de otras piezas para mantenerse de pie. Somos cada uno nuestra propia persona, no un fragmento, ni una migaja ni la pieza faltante de nada.

Eres un todo, no una mitad.  Tu pareja debe ser una extensión de tu ser, no la pieza que «falta». Tu pareja debe traer felicidad y alegría a tu vida pero no debe ser la única persona que la proporciona. No seas dependiente de nadie, bajo la idea de que sin esa parte, estás incompleta; debes ser capaz de imaginar tu vida sin esta persona, sabiendo que sobrevivirías.

 

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