Los amigos van y vienen en nuestras vidas. Llegan en diferentes formas y a diferentes tiempos. A veces, sólo para enseñarnos valiosas lecciones y otras, para volverse familia. Pero definir una verdadera amistad puede ser complicado.
Como seres sociales, necesitamos sentirnos parte de una tribu. Buscamos compartir experiencias e intercambiar ideas con otros. Queremos sentirnos acompañados y comprendidos. Pero muchas veces, estas necesidades nos llevan a rodearnos de las personas equivocadas o bien, creer que todos estarán para nosotros cuando lo necesitemos.
Las amistades nos enseñan mucho sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre la forma en que vemos el mundo en que vivimos. Son nuestro apoyo cuando nos sentimos solos, con quienes nos reímos por las cosas más ridículas y los hombros sobre los que llorar cuando más lo necesitamos. .
TAMBIÉN LEE: Las personas que han salido de una amistad tóxica son las almas más puras
TAMBIÉN LEE: Las mujeres fuertes son las que se construyen unas a otras en lugar de destruirse
Ciertos amigos en nuestra vida nos ayudan a evitar que nos caigamos durante nuestros momentos más complicados. Amigos que nos ofrecen su tiempo y cariño para que podamos sentirnos mejor. Un hombro para llorar que no pedirá nada a cambio. En cambio, obtienen satisfacción cuando obtenemos ese alivio emocional que tan desesperadamente necesitamos durante los tiempos difíciles. Así son los verdaderos amigos.
Sí, las amistades están en los buenos momentos pero cuando son verdaderas, también aparecen en los peores. De hecho, es durante la tormenta que descubrirás quién merece estar contigo durante tus mejores momentos. Porque estas personas son como un ancla a la realidad, una fuente de apoyo, un respiro en la rutina de la vida.
La verdadera amistad aparece cuando olvidamos lo mucho que valemos, cuan o nos sentimos frágiles y cuando dejamos de creer en lo que somos capaces de hacer. Cuando los amigos se quedan hasta en los peores momentos, te sientes amada y apreciada, aún si sigues con un sin fin de problemas. Cuando finalmente encuentras a los amigos que te mereces, comienzas a sentirte mejor.