El mundo no se acaba
Cuando estamos tristes todo a nuestro alrededor parece oscurecerse. Es muy común sentir una opresión en el pecho, y una limitada forma de ver la vida cuando nuestra vida se empieza a teñir de problemas.
PUBLICIDAD
Esto nos vuelve mucho más pesimistas, y nos complica el encontrar soluciones. Sentimos que nuestro mundo se está terminando, que ya no hay salida al camino que tan encerrados nos hace sentir.

Sin embargo, es evidente que el mundo sigue intacto, la vida continúa, y nada cambia porque tú estés teniendo problemas. Esto parece más frustrante en momentos ya que no encontramos la forma de tener al menos unos segundos para nosotros mismos sin que todo gire tan rápido.
Pero al mismo tiempo es bueno entender que todos los problemas –por más graves que parezcan– tienen una solución. Evidentemente, casi siempre, no es la que nosotros hubiéramos elegido porque si no esto no sería un inconveniente.

Es importante entenderlo porque de todos los caminos nuevos se aprende, se crece y hasta se alcanzan momentos de felicidad. Muchas veces estas enseñanzas son muy duras, y parecen imposibles de entender.
Y no se trata que la vida te la haya mandando para que lo aprendieras, porque eso sería injusto. ¿Por qué quitaría una vida para darte sólo una lección? No, esto se trata que ya que pasó y no puedes hacer nada, mínimo podemos aprender.