Estás a punto de casarte con la persona de tus sueños pero comienzas a sentir que no es el momento. El compromiso se ha vuelto algo muy pesado para ambos y tienes dudas, lo cual está bien.
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Expertos advierten sobre las tres señales que indican que la ruptura del compromiso es la mejor opción:
1. La planificación de la boda se ha vuelto un lucha constante
Planear una boda puede ser estresante, así que no te sorprenda si en la pareja tienen algunos desacuerdos en el camino al tomar decisiones. Esto es completamente típico, y no hay nada de qué preocuparse.
Sin embargo, es una bandera roja si luchan como perros y gatos, especialmente porque «planear una boda es un microcosmos de cómo se sentirá construir una vida juntos», señala Lauren O’Connell, terapeuta matrimonial y familiar. «Tienes que comprometerte en asuntos que afectan las finanzas, los gustos, la familia y los amigos», y eso puede darte una idea de lo que está por venir.
«Si planear la boda juntos es una tortura», dice O’Connell, «¿por qué sería más fácil comprar una casa, criar hijos y manejar juntos situaciones de vida más grandes y complicadas?» A menos que estén dispuestos a ir a terapia de pareja, puede ser una señal de que necesita ir por caminos separados.
2. No pueden superar sus diferencias
«Cada persona aporta sus propios valores únicos, sistemas de creencias y sueños a la relación y la esperanza es que para cuando se comprometan, estos se entiendan mutuamente y se alineen en su mayoría», dice Wilmer López, psicólogo. Pero incluso si han hablado sobre sus valores, y sus planes para el futuro, puede ser evidente que existen diferencias que simplemente no pueden superar.
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Esto podría incluir problemas como la infidelidad, la dinámica familiar imposible y los secretos que salen a la luz, dice, que pueden ser factores que contribuyen a cancelar un compromiso.
3. Te están tomando por sentado
«A veces, cuando una pareja se compromete, no importa cuánto tiempo hayan estado saliendo, la dinámica de la relación puede cambiar», dice Wilmer López. Por lo tanto, toma nota de cualquier problema que surja, como la sensación de que se te da por sentado.
«Un nuevo estrés surge con la planificación de la boda, la fusión de las finanzas, etc., y una pareja puede volverse complaciente», dice Wilmer López. Si has comunicado repetidamente tus necesidades a tu pareja y no has notado ningún cambio, puede ser necesario reconsiderar su futuro juntos.