Si piensas que los bebés necesitan tomar agua como los adultos para mantenerse hidratados, podrías estar poniendo su vida en riesgo.
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El adulto promedio y saludable está compuesto de 55-60% de agua. El bebé promedio, por otro lado, es aproximadamente 75% de agua. Y esa diferencia es por qué los bebés no deben beber agua antes de que tengan al menos 6 meses de edad.
El agua que emana del grifo, pozos y manantiales es especialmente peligrosa para el consumo de los pequeños ya que de acuerdo con el estudio universitario de la Universidad de York, en Canadá, las altas concentraciones del mineral resultan tóxicas para el cerebro. Desde la década de 1950, se ha agregado fluoruro al agua del grifo en muchos países industrializados.
Todos sabemos que necesitamos beber agua para sobrevivir sin embargo, ésta no es la mejor opción ara los bebés. Y es que muchas personas pasan por alto los riesgos que pueden estar detrás de darle agua a un pequeño.
A los bebés menores de seis meses nunca se les debe dar agua para beber y también lo han advertido médicos del Centro de Niños Johns Hopkins, en Baltimore. Consumir demasiada agua puede poner a los bebés en riesgo de una afección potencialmente mortal conocida como intoxicación por agua.
Si tu bebé tiene menos de 6 meses, solo necesita tomar leche materna o fórmula infantil. A partir de los 6 meses de edad, puedes darle pequeñas cantidades de agua, si es necesario, además de la leche materna o la fórmula.
¿Por qué el agua no es adecuada para bebés menores de 6 meses?
A esta edad, la leche materna o la fórmula son alimentos y bebidas para su bebé. Es todo lo que necesitan, incluso en climas cálidos. Darle agua a tu bebé puede significar que beba menos leche materna o fórmula. Esto puede ponerlos en riesgo de no obtener suficiente leche o fórmula para crecer adecuadamente.
Además de dañar su desarrollo intelectual, sus riñones también pueden sufrir daños ya que aún no están maduros, provocando que liberen sodio junto con el exceso de agua, dijo Anders. La pérdida de sodio puede afectar la actividad cerebral, por lo que los primeros síntomas de intoxicación por agua pueden incluir irritabilidad, somnolencia y otros cambios mentales. Otros síntomas incluyen temperatura corporal baja (generalmente 97 grados o menos), hinchazón o hinchazón en la cara y convulsiones.
Los padres también deben evitar el uso de fórmulas demasiado diluidas o bebidas pediátricas que contengan electrolitos.