Todo el país se prepara para la tarde del 2 de julio, cuando se produzca el esperado eclipse solar total, en que por dos minutos y medio, la luna se posicionará entre la Tierra y el sol.
El fenómeno será visible en el centro y norte del territorio nacional. Sin embargo, este no debe observarse directamente ni usando elementos inadecuados.
Para evitar inconvenientes, el oftalmólogo de Clínica Universidad de los Andes, José Ignacio Vergara, entrega algunos consejos para evitar problemas oculares.
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Recomendaciones para mirar el eclipse solar:
- No mirar nunca al sol directamente (con o sin eclipse)
- Usar anteojos especiales que tengan filtro que bloquee radiación solar infrarroja y UV. Estos deben cumplir con la norma y tener rotulado ISO 12312-2
- Verificar que los anteojos estén en perfectas condiciones y con antigüedad menor a tres años
- Puede usarse vidrio de máscara de soldador grado 14 o superior (pero es difícil de encontrar)
- Observar el eclipse solo por periodos cortos, hacer pausas
- No mirar a través de cámaras, smartphones, binoculares ni telescopios. Tampoco a través de lentes de sol tradicionales ni radiografías, ya que ninguno de estos dispositivos tiene filtro solar
- Los niños tienen que ser supervisados siempre por un adulto, el que debe poner énfasis en las pausas
Daños de la radiación solar en los ojos
Al mirar el sol en forma directa por tiempo prolongado, la radiación puede producir alteraciones en distintas estructuras del ojo. La consecuencia más grave es el posible daño en la retina, específicamente en la mácula, donde se concentra la mayor capacidad visual.
«La severidad radica en que la retina es la capa que envía la información visual al cerebro y cualquier daño en su estructura es irreversible, pudiendo producir baja visión en forma permanente. Esto se conoce como maculopatía solar», explica Vergara.
«Es posible que se produzca irritación en la superficie del ojo, llamada queratitis actínica, que podría acelerar la formación de cataratas», añade.
Si bien cualquier persona puede ser afectada, aquellos con patologías en la retina, como degeneración macular asociada a la edad o retinopatía diabética, podrían experimentar daño con mayores consecuencias o producirse con un menor tiempo de exposición.
El especialista aconseja consultar ante signos de irritación de la superficie ocular (ojo rojo, irritación), baja visión o visión borrosa, o alteración en la percepción de colores. «Siempre hay que recordar que cuando se produce un daño en la retina, este es potencialmente irreversible. Por eso, la prevención es lo más importante y una pronta evaluación ante la sospecha», señala.